Estados Unidos estalla contra la tolerancia de Trump a la violencia racista
El presidente ha recibido una gran cantidad de críticas por la tibieza de su condena a la violencia de grupos racistas y neonazis en Virginia.
La Casa Blanca ha tenido que aclarar que Trump sí rechaza la violencia de neonazis o miembros del KKK
Fin de semana movidito para Donald Trump. Tras los graves disturbios en Charlottesville (Virginia) a raíz de una marcha de supremacistas blancos que han acabado con una víctima mortal confirmada, las críticas han sido para el presidente de Estados Unidos por la tibieza de su rechazo.
En su primer gran incidente racista, Trump ha equiparado la "violencia de todas las partes" sin citar el racismo o el nazismo. Y es que estos grupos no han dudado en abrazar el trumpismo en su vertiente más nacionalista. La Casa Blanca ha tenido que aclarar que la condena del presidente a estos hechos les incluye.
La declaración de Trump forzó que un portavoz de la Casa Blanca tuviera que salir a aclarar que su rechazo a la violencia incluía también a neonazis, los miembros del KKK y el resto de extremistas representados en la manifestación. Y el vicepresidente, Mike Pence, de viaje en Colombia, también fue explícito al recalcar que "no se puede tolerar el odio, la violencia de grupos neonazis, supremacistas blancos o del Ku Klux Klan".
También senadores de su propio partido le han reclamado una condena clara a la violencia racista, empezando por ponerle nombre.
Cory Gardner, de Colorado, también recalcó que "el presidente debe llamar las cosas por su nombre. Estos eran supremacistas blancos y esto era terrorismo doméstico".
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