La ley del mínimo esfuerzo
España decepciona en la primera prueba seria del Eurobasket perdiendo por 72-92 ante una Eslovenia que ha ganado por defecto.
España tendrá que jugarse la dignidad por el bronce.
Lo primero que se me ha pasado por la cabeza después de solo un cuarto de partido ha sido: "Llull". O sea, tal cual. Lo que ha echado de menos hoy la selección al mallorquín ha sido de locos.
Pero qué carencias más extraordinarias. A la primera que un equipo se pone juntito en la zona, cero respuestas. A la primera que un equipo enchufa más de dos triples seguidos, tiempo muerto y cabizbajos.
"Pero si Alemania era un equipazo, y Turquía pegó muy duro". No quiero oír ni una palabra al respecto. ¿Alemania? ¿Dennis Schröder más cuatro? ¿de verdad? Lo de los turcos ya ni hablo porque es una falta de respeto al baloncesto considerarlos como 'algo'.
Pero es que, de hecho, no quiero oír nada ni siquiera sobre los eslovenos. Sí, Dragic es buenísimo, de los mejores penetradores que he visto nunca, y lleva años luciéndose en la NBA. Vale: mira a ver si tienen algo más.
¿Anthony Randolph? ¿ese ala-pivot estadounidense descartado por los Raptors hace años que tiene que jugar de alero en Eslovenia? Ah, que bien.
¿Luka Doncic? ¿el imberbe de 18 años que se marca casi un triple doble haciendo la misma jugada una y otra vez sin que nadie lo pare? El chaval promete mucho, pero es una semifinal de Eurobasket. No toca.
Nunca he entendido la plantilla de España. Sastre, Oriola, San Emeterio, Navarro con la bata y las pantuflas... no entiendo nada. Me sangran los ojos porque no entiendo que Mirotic e Ibaka se queden fuera. Que sí, que solo puede haber uno, pero que vaya ese uno almenos, carajo. Además, estaba bien claro: con las presiones que estaba recibiendo Mirotic por parte de los Bulls, Ibaka era un fijo. Pues no.
Al final, 72-92 y al carrer. Que llamen a Dueñas para la próxima.
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