Premio Nobel de literatura para la canadiense Alice Munro

La escritora canadiense Alice Munro es la mujer número 13.

O dicho de otro modo, el Premio Nobel de Literatura de engaño lo ha obtenido, por decimotercera vez en su historia, una mujer.

Quien me conoce bien sabe que no comulgo con supuestos feministas exagerados, no considero los hombres mis enemigos ni acabo de confiar en paridades impuestas. Siempre he intentado ser racional y aplicar un criterio justo en todos los ámbitos de la vida.

Sin embargo, no puedo negar que me hace feliz conocer la receptora del último Premio Nobel de Literatura (dejando de lado cuestiones políticas y estratégicas en torno a cualquier premio importante que se otorgue actualmente, que haberlas, haylas).

Me hace feliz por dos razones, que entenderéis rápidamente.

La primera: la condición femenina de la premiada. Dado que existen tantas mujeres que escriben, tantísimas, me parece que hay más de una que se merece el galardón. Por tanto, la mayoría masculina ha dejado de tener sentido (si Virginia Woolf, la pobre, levantara la cabeza ! ) Y debemos premiar a quien lo merezca desde un punto de vista puramente artístico , independientemente de consideraciones de género , de nacionalidad o de pensamiento. Si el comité del Nobel comienza a darse cuenta, pues perfecto. Esperamos que, a partir de ahora, siempre sea así.

La segunda: que la premiada sea una autora de narrativa breve . Cuando las editoriales raramente apuestan por publicar relatos , cuando sigue pareciendo que las historias cortas son el hermano pobre de la novela, cuando cuesta tanto argumentar y demostrar que se trata de un género de pleno derecho , con características y códigos propios , que puede alcanzar un nivel excelso ... cuando todo esto ocurre desde hace mucho y parece durar eternamente , que el premio literario más importante del planeta sea para una cuentista es una noticia para celebrar .

A ver si todo el mundo abre los ojos de una vez y dejamos de lado definitivamente prejuicios absurdos y obsoletos. Como editores, como escritores y también como lectores. ¿O hay que recordar los nombres de Borges, Cortázar, Poe, Bradbury y un inacabable etcétera para reiterar lo de para muestra un botón? Pues ale, a cambiar algunos criterios, que es una práctica que siempre nos renueva y resulta gratificante.

Enhorabuena a Alice Munro y al pueblo canadiense en general. Sé de muy buena tinta que están muy contentos.

Anna Maria Villalonga