Expertos advierten de la necesidad de un diseño adecuado del mecanismo de ajuste en frontera por carbono
Expertos han advertido de la necesidad de un diseño adecuado del mecanismo de ajuste en frontera por carbono (CBAM, por sus siglas en inglés) para evitar un impacto en la competitivdad de la industria europea, según un estudio elaborado por Compass Lexecon con Fundación Naturgy.
Los autores del informe consideran que, económicamente, los principios detrás del concepto del mecanismo tienen mucho sentido, ya que reflejan la idea de 'quien contamina paga', pero subrayan que la implementación del CBAM plantea una serie de "problemas y desafíos complejos".
Así, creen que su éxito dependerá de algunas normas de implementación que aún están por definir, entre las que destacan los costes de carbono que afectan a las exportaciones.
A este respecto, señalan que está diseñado para abordar los riesgos de fuga de carbono relacionados con el consumo interno, pero no proporciona una solución para abordar las diferencias en los costes de producción para las exportaciones.
Así, apuntan que las mercancías producidas en Europa, expuestas a los costes del RCDE de la UE y destinadas a exportaciones globales, pueden pagar un precio del carbono más alto que sus competidores extranjeros, lo que crea un riesgo de fuga de carbono, ya que la disminución de la competitividad exportadora amenaza la viabilidad económica de la producción local para sectores industriales donde las exportaciones representan un mercado esencial, por ejemplo, para alcanzar una economía de escala.
Por otra parte, los autores del estudio afirman que la introducción del CBAM puede dar lugar a una reorganización de los flujos comerciales con socios comerciales extranjeros que impediría que el mecanismo fuera eficaz en prevenir la fuga de carbono.
Además, el informe subraya que las normas previstas para calcular las emisiones indirectas asociadas a la electricidad utilizada en la fabricación de mercancías cubiertas por el mecanismo generan un riesgo de competencia desigual entre las mercancías europeas y las extranjeras.
CONSIDERABLE GRADO DE INCERTIDUMBRE SOBRE LOS DE DETALLES DE SUS NORMAS.
Por otra parte, advierte de que "el considerable grado de incertidumbre que persiste" sobre los detalles de las normas del mecanismo podría, por sí misma, disuadir inversión y contribuir al problema de la fuga de carbono.
Así, el documento recoge las dudas respecto a la compatibilidad del CBAM con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en función de algunas normas de aplicación específicas.
UN MARCO MEJORADO PARA ABORDAR LA FUGA DE CARBONO.
Adoptado en 2023 por la Unión Europea, el mecanismo proporciona un marco mejorado para abordar la fuga de carbono ante el riesgo de la deslocalización de actividades industriales a países donde no se tiene que pagar un precio del carbono.
Hasta la fecha, el riesgo de fuga de carbono se ha mitigado mediante derechos de emisión gratuitos y la compensación indirecta de los costes de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), por lo que este mecanismo nace para sustituir estos dos sistemas y a la vez incentivar a los productores de terceros países que exportan a la UE a adoptar tecnologías bajas en carbono, mediante la ampliación de la cobertura de los precios del carbono a las mercancías producidas en otras jurisdicciones y destinadas a ser importadas a la UE.
El CBAM obligará a que ciertos bienes que se importan a Europa estén sujetos a un impuesto fronterizo basado en una estimación de su contenido de carbono y el precio del carbono del Régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE), para igualar las condiciones en términos de coste de las emisiones entre la producción interna y las importaciones, garantizando que se implemente el principio de que 'quien contamina paga' para las industrias en riesgo de fuga de carbono y, por lo tanto, incentivar la descarbonización de los productores de fuera de la UE que deseen vender en Europa.
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