Madrid podría sumar 20.000 nuevas viviendas si se convierten las oficinas de los edificios residenciales
La Asociación Española de Oficinas (AEO) ha estimado en 1,5 millones de metros cuadrados el área de Madrid actualmente ocupado por oficinas que se encuentran en edificios residenciales, donde solo debería de haber viviendas, por lo que su conversión de oficina a piso podría sumar 20.000 nuevas viviendas en la capital.
En un encuentro con la prensa, el presidente de la asociación, José María Álvarez, ha defendido que esta iniciativa de conversión permitiría seguir profesionalizando el sector de oficinas, al mismo tiempo que contribuiría a aliviar la tensión entre la oferta y la demanda en el mercado de la vivienda.
En concreto, ha calculado que hay una media de 250.000 metros cuadrados de espacios de oficinas en edificios residenciales en los principales barrios de Madrid, algo superior a Barcelona, donde cree que hay un menor problema en este aspecto, pero donde también se liberaría algo de espacio para añadir viviendas al mercado.
El proyecto consiste en transformar en pisos esas oficinas antiguas que hay en los mismos bloques en los que hay viviendas, para incrementar la oferta, y al mismo tiempo mover esas oficinas a los nuevos proyectos que se están haciendo en la capital destinados exclusivamente a oficinas, de una forma más profesionalizada.
Pese a que el sector de oficinas aún no se ha recuperado al completo tras la pandemia de coronavirus, debido principalmente al auge del teletrabajo, Álvarez ha defendido que está en camino de volver a los niveles de 2019, siendo España, junto con Francia, el país europeo donde más se está recuperando.
"Decían que iban a morir, pero las oficinas han resucitado. La ciudad va a seguir siendo el motor de crecimiento de la economía y las oficinas siguen siendo los edificios más emblemáticos de las ciudades", ha defendido el directivo.
Álvarez ha resaltado la importancia que tienen las oficinas para dinamizar las zonas destinadas al trabajo en las ciudades, donde la gente desarrolla su actividad laboral, pero también socializa y hace uso de la oferta de la zona, como los restaurantes.
Por todo ello, ha defendido la profesionalización del sector, al que cree que la legislación le requiere una condiciones más duras que a otros activos inmobiliarios, con certificados de sostenibilidad y comodidad que cree que hacen que el aire que se respira en las oficinas "sea incluso mejor que el de la calle".
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