Carmignac prevé un crecimiento global del 3% en 2026 marcado por la IA, el gasto militar y el impulso fiscal
Destaca el desempeño de España y apuesta por cotizadas de IA y salud
Carmignac prevé que el crecimiento mundial se mantendrá en el 3% en 2026, impulsado por el auge de la inversión en IA, el gasto en seguridad nacional y el impulso fiscal, según su informe de perspectivas para el próximo ejercicio.
La gestora ha advertido de que este crecimiento "débil y desigual" empujará a los gobiernos a seguir una "senda populista", con los bancos centrales obligados a "monetizar esta carrera fiscal a ciegas".
En Estados Unidos, Carmignac ha vaticinado que la economía se reacelere gracias a nuevos estímulos fiscales y a la flexibilización de la Reserva Federal, con una inflación estable en torno al 3%.
La firma prevé que Donald Trump redoble sus políticas de flexibilización antes de las elecciones de noviembre, mediante ayudas directas, "máxima presión" sobre la Reserva Federal y desregulación bancaria.
En la eurozona, ha señalado que el crecimiento se verá respaldado por un empuje fiscal sincronizado, con una previsión de avance del PIB del 1,2% tras un segundo semestre de 2025 débil.
DESEMPEÑO DE ESPAÑA
En este contexto, ha puesto el foco en que "España es el único país que presenta una combinación virtuosa de inversión privada y exportaciones de servicios de alto valor añadido", aunque ha advertido de que este modelo no es replicable en otros países.
Respecto a China, Carmignac ha asegurado que el nuevo plan quinquenal prioriza la autosuficiencia tecnológica y la IA en la industria, sin abordar el problema inmobiliario ni el desempleo juvenil, lo que obligará a ampliar el déficit y a monetizar el estímulo fiscal.
En Japón, la firma ha indicado que la nueva política fiscal podría desencadenar una reacción adversa de los mercados y una "desordenada liquidación de las operaciones de 'carry' trade".
Por la suma de todos estos escenarios, en materia de inversión, Carmignac ha considerado que las mejores clases de activos para 2026 seguirán siendo la renta variable y el crédito, aunque ha recomendado cautela con los bonos soberanos, especialmente los de emisores con elevados déficits.
En este sentido, ha alertado de que "la deuda a treinta años de los infractores fiscales -Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Francia- no compensa adecuadamente los riesgos que conlleva".
La firma ha apostado en renta variable por una estrategia equilibrada que combine líderes tecnológicos e IA con sectores defensivos como salud y productos básicos.
En renta fija, ha sostenido que ve más atractivos los bonos indexados a la inflación y el crédito de alta calidad, mientras que en divisas destaca las monedas respaldadas por materias primas o con disciplina fiscal.

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