¡Por fin ha llegado el fin de semana! Menudos cinco días los que se han vivido, con un final de infarto. Son de esas jornadas que no se olvidan, que ponen sobre el escenario político y mediático un panorama bien marcado en lo político y judicial. Por fin queda visto para sentencia el juicio al fiscal general del Estado, tras seis días de proceso, con la declaración de 40 testigos. Ahora, los siete jueces del Supremo tienen la gran decisión de absolver o condenar a García Ortiz, en una vista en la que no se ha aportado nuevo indicio sobre el acusado. La sentencia se espera que sea dictada en pocas fechas.
Pese a las declaraciones de periodistas que afirmaban que la filtración no les había llegado del fiscal general, sino que la tenían en su poder antes, nos sorprende cómo a los compañeros de profesión se les instigaba a revelar sus fuentes, cuando saben que “el secreto profesional” y el no revelar las fuentes forma parte de la ética de los periodistas (algunos la cumplen, otros no, porque de todo hay en esta profesión cada vez más maleada, por no utilizar otra palabra). Sus señorías, abogados y fiscales son conocedores. Pese a ese conocimiento, han apretado todo lo posible para que dijeran la fuente de su información. Querían dar la impresión de que los interrogados fueran culpables de publicar la información. Es lamentable lo sucedido a los compañeros a los que algunos no han creído.
Decía el maestro Manuel Vázquez Montalbán que “No se le puede pedir a un periodista padre de familia que sea un héroe cada día”. Se entiende perfectamente lo que quiere decir esa frase tan descriptiva y realista. Pese a ello, todavía hay periodistas que el miedo lo ponemos por montera en aras de la información.
Junts sigue con sus amenazas de poner a caldo a Sánchez y los socialistas, pero, por otro lado, le echa un capote al gobierno y bloquea la abolición del cierre de las centrales nucleares. Eso sí, lo vende como si se tuviera que aprobar porque es bueno para Catalunya. Los de Junts no tienen claro a lo que juegan, ¿o sí? Mientras Puigdemont sacaba pecho porque los abogados de la UE allanaban su posible vuelta, al avalar ante el Tribunal de Luxemburgo la Ley de Amnistía. Claro que esa declaración no es vinculante, por mucho que quieran venderla como una victoria. Algunos se les olvida que la decisión final sobre la amnistía recae en los jueces españoles. Eso quiere decir que, hablando en términos futbolísticos, aún hay partido y la vuelta a Catalunya del huido no está tan cerca.
La comparecencia de Carlos Mazón, a petición propia en la comisión de las Cortes Valencianas, fue de vergüenza: se limitó a defenderse acusando al gobierno de tener la culpa. Muy lamentable su actitud y mejor hubiera sido no hacerlo, porque ha quedado patente que no solo parece tener un rostro como el mármol de Macael, sino que lo tiene. No sé quién le aconseja, pero que cambien rápido de asesor. Aunque, pensándolo bien, para lo que le queda…
El juicio a la familia Pujol está ya casi en la puerta (después de 10 años, ya tocaba). Ahora, la comparecencia del expresidente de Catalunya, Jordi Pujol, está en el aire debido a su edad y, sobre todo, a su estado de salud, que no es muy buena. Teniendo en cuenta la edad —95 años—, ¿qué se esperaban los que estaban instruyendo el caso? ¿Que cumpliera 95 años o más y no hacerlo pasar por el trago de sentarse en el banquillo? Se supone que sus hijos, los implicados directamente, sí… No es posible que la descendencia masculina de la familia Pujol sea toda listísima y haya hecho mucho dinero por méritos propios.
Como remate, aunque hay más temas que han sido protagonistas, el juez Adolfo Carretero ha decidido procesar al exdiputado Íñigo Errejón por un presunto delito de agresión sexual a la actriz Elisa Mouliaá, al considerar su señoría que la denunciante ha dicho la verdad en todas sus declaraciones. Habrá que esperar a ver en qué termina todo. Pero una cosa queda clara: lo sucedido con Elisa no es un hecho aislado; políticos, más de lo que se explica, utilizan sus cargos para aprovecharse de mujeres. El problema es que no se suele denunciar por miedo y por el calvario por el que van a tener que pasar. El caso del exministro José Luis Ábalos, que ha escandalizado al país, no es un hecho aislado. Este se ha conocido, otros casos siguen ahí guardados. ¿Se conocerán algún día? Puede que sí o puede que no.
Así que todos a descansar y a pasárselo bien, que estos problemas no han terminado. La semana que viene, más.

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