viernes, 9 de mayo de 2025 22:05

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Borrell advierte de que el rearme "sólido" que necesitan los europeos para "sobrevivir" tardará una generación

El exalto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y expresidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, ha advertido de que la prosperidad y la seguridad de la Unión Europea están amenazadas y que el "rearme sólido" a nivel comunitario que será necesario para "sobrevivir" al "abismo" al que conducen Donald Trump y Vladimir Putin será "la tarea de toda una generación".
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El exalto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y expresidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, tras recoger el Premio Carlos V.

El exalto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y expresidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, ha advertido de que la prosperidad y la seguridad de la Unión Europea están amenazadas y que el "rearme sólido" a nivel comunitario que será necesario para "sobrevivir" al "abismo" al que conducen Donald Trump y Vladimir Putin será "la tarea de toda una generación".

"Espero que las jóvenes generaciones sean capaces de entender que la paz tiene un precio, y si no lo pagamos, la civilización europea no sobrevivirá en un mundo caótico donde personajes como los que he citado (Trump y Putin) nos llevan al borde del abismo".

Con estas palabras ha finalizado Borrell su discurso tras recoger, de manos del Rey Felipe VI, el Premio Carlos V que concede la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste, en una ceremonia en Real Monasterio de Yuste.

Borrell ha comenzado sus palabras señalando que "pocos reconocimientos" le hubiesen "honrado tanto como este", que le ha permitido ofrecer al mundo su propio diagnóstico sobre los desafíos a los que se enfrenta una Unión Europea, a la que reprocha su papel ante la invasión de Ucrania y el "genocidio" de Gaza, dos retos que "no habíamos imaginado, no supimos evitar, y tampoco resolver".

El galardonado apremia a la Unión Europea para avanzar en su integración para tener capacidad para defenderse por sí misma, para lo cual debe "pasar de un pacifismo estructural a un rearme sólido", pero haciéndolo "a escala europea" para evitar "despilfarros" y que "vuelvan a resurgir los viejos demonios nacionales", todo ello para construir la "plena soberanía europea".

Borrell considera que Europa necesita "comunitarizar capacidades militares y fiscales" para asumir su propia defensa, pero para ello también necesita afrontar cambios estructurales, buscando "un marco que no será actual de la Unión Europea, porque con la "unanimidad" no llegará a "ninguna construcción sólida".

LA EUROPA DE LA DEFENSA
Para construir "la Europa de la defensa", como cada vez que se ha tenido que hacer frente a una "grave crisis", como la del euro, ha dicho, será necesario avanzar en la integración, porque si se mantiene el "tablero" definido con el Tratado de Lisboa no se podrá "avanzar".

En su intervención se ha dirigido en varias ocasiones a los jóvenes y a las futuras generaciones, en las que deposita su confianza para el futuro de Europa. "Y esa es la tarea de la generación de europeos, que coja la antorcha de la nuestra", les ha encomendado.

La herencia de quienes han "construido la paz entre nosotros", pero que ahora tienen que ser "capaces de contribuir a la paz en el mundo, con una actitud más fuerte", utilizando para ello "el lenguaje del poder, pero para eso hay que tenerlo", ha advertido, lo que conlleva "asumir riesgos y responsabilidades".

"Y esa es la tarea de una generación, porque es lo que se tardará en construir las capacidades que no tenemos y necesitamos", como también ha apostado por avanzar en la unión: "Europa no sobrevivirá si sigue siendo un archipiélago de diferentes políticas fiscales y de diferentes ejércitos".

Borrell se ha dirigido, en el turno de agradecimiento por el premio, a exsecretario general de la OTAN Javier Solana, que ha asistido a la ceremonia en calidad de premiado en 2011, de quien ha recordado unas palabras suyas en 2003, cuando dijo que "Europa nunca ha estado tan segura ni ha sido tan próspera".

"¡Qué lejos suenan estas palabras hoy!", ha lamentado, porque la seguridad y la prosperidad están "amenazadas" porque "la guerra ha vuelto a nuestras fronteras y Trump ha vuelto a la Casa Blanca".

La del propio dirigente estadounidense, la de Putin y la de Xi Jinping son hoy "las caras de la Historia", y ninguno de ellos es europeo, ha advertido, para referirse a un momento en el que el orden internacional surgido tras la Segunda Guerra Mundial está siendo "demolido" por un "déspota", como ha definido al presidente ruso, al que su "fracaso militar" en Ucrania le ha vuelto "más peligroso", y por "el maestro del caos", Donald Trump, que ha pasado "de aliado a adversario".

"Uno es mucho más inteligente, astuto y tamado que el otro, aunque el otro no lo sepa, y eso tiene consecuencias para todo", ha espetado, para añadir que "la historia avanza más deprisa que nosotros", y aunque se ha hecho "mucho" en la Unión Europea, no es suficiente, por lo que "hay que forzar el rimo si queremos simplemente sobrevivir".

UCRANIA Y GAZA
Josep Borrell se ha referido a dos de los asuntos que considera que le han llevado a recibir este premio, como son la agresión rusa a Ucrania, en la que consiguió la unidad de los europeos "al menos por un tiempo", y la "enorme tragedia de Gaza", donde la "desunión" ha condenado a Europa a la "irrelevancia" y les ha "descalificado ante el resto del mundo" por no dar el mismo valor a la vida humana y usar una doble vara de medir ante los "crímenes contra la humanidad que comente los unos y los otros".

Así, ha compartido con los asistentes dos momentos en los que la historia, ha dicho, le llamó por teléfono. La primera la madrugada del 24 de febrero de 2022, cuando una voz le anunciaba el bombardeo ruso sobre Kiev.

El exalto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad ha reconocido que en una ocasión fue incapaz de responder al primer ministro ucraniano qué harían Europa cuando Rusia les invadiera, y ahora los europeos deben decidir cómo actuaran cuando Estados Unidos deje de apoyarles.

En todo caso, ha remarcado que consiguió que los 27 acordaran entregar armas a Ucrania para poder defenderse, un apoyo que, ha destacado, finalmente ha sido incluso superior al de Estados Unidos, pero lo que le "tortura" es por qué no lo hicieron antes, porque "quizá hubiese cambiado el curso de la guerra".

La segunda vez que le llamó la historia por teléfono fue el 7 de octubre de 2023, el día que Hamás perpetró el ataque terrorista sobre un festival cuya respuesta por parte de Israel ha dejado ya más de 50.000 muertos en Gaza, donde el Gobierno de Netanyahu ha lanzado una potencia explosiva, ha dicho, tres veces superior a la Hiroshima.

Sobre el primer ministro israelí, ha dicho "pocas veces ha escuchado a un responsable estatal expresar tan abiertamente un plan que se ajuste a la definición jurídica de genocidio".

Estos son los dos conflictos que "desestabilizan" a unos europeos que tienen que hacer frente a una "situación nueva" para ellos después de que lo hayan confiado "todo al derecho y al comercio", pero ahora lo tiene que encomendar también "a la fuerza y a la capacidad".

Unas "capacidades defensivas" que Europa no tiene porque las ha delegado en los Estados Unidos, y en este sentido a dado la razón a Trump cuando les advierte que deben "pagar más" por su seguridad.

Y aquí ha vuelto ha dirigirse a los jóvenes europeos, para que entiendan que "la paz no es el estado natural de las cosas", sino el "conflicto".

Para Borrell, Europa es "la tierra de la libertad" y de la "prosperidad económica relativa, pero mayor que en otras partes", que viene acompañada de un "esfuerzo de cohesión social para que nadie se quede abandonado a sus propias fuerzas".

"No es un problema teórico, sino un problema que se resuelve con transparencias fiscales que hacen que haya cosas que no las provea el mercado, sino que sean derechos del ser humano", ha continuado, para matizar que "los derechos no son gratuitos, los derechos se pagan, y se pagan con impuestos".

Y sí, ha remarcado, los europeos pagan "más impuestos que en otras partes del mundo", porque este es "el precio de la cohesión, y la cohesión es el precio de la seguridad, y la seguridad es la forma de garantizar la libertad. Las tres cosas van juntas, no se pueden disociar", ha espetado.

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