Inspectores de Baleares y agentes de la Guardia Civil registran la granja avícola de Llucmajor(Mallorca) denunciada
Inspectores de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural y agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han inspeccionado esta mañana la granja avícola de Llucmajor que ha sido denunciada por tener a los animales conviviendo con ratas, cadáveres y una suciedad extrema.
Lo ha dicho este martes en declaraciones a los medios de comunicación el conseller del ramo, Joan Simonet, después de que los hechos fueran puestos en conocimiento por las entidades animalistas Arde y Satya Animal.
"La primera medida que hemos tomado es que esta mañana ya hay unos inspectores de la Conselleria, acompañados del Seprona, visitando las instalaciones para ver hasta qué punto se deben tomar las medidas pertinentes si hay o no un delito ambiental", ha dicho Simonet en los pasillos del Parlament.
El conseller ha reconocido que el pasado mes de agosto ya se inspeccionó esta granja avícola de Llucmajor a raíz de diversas denuncias interpuestas y se detectaron varios incumplimientos graves que derivaron en los correspondientes procesos administrativos y la imposición de medidas cautelares.
En octubre, ha proseguido, se denunció ante la Fiscalía la posible comisión por parte de los responsables de la granja de un delito ambiental. El Seprona visitó las instalaciones y realizó las correspondientes diligencias, pero el procedimiento fue archivado el pasado febrero.
La última inspección, por parte del Govern, se hizo el pasado 27 de febrero. Los funcionarios de la Conselleria, ha asegurado Simonet, no vieron la situación que ahora han denunciado las entidades animalistas.
GESTIÓN DE RESIDUOS Y HUEVOS DE JAULA
Los expedientes administrativos que la empresa tenía abiertos hasta ahora, ha apuntado Simonet, tenían que ver con la gestión de residuos o la calificación de los huevos, que comercializaban como camperos cuando realmente eran de jaula.
"En el momento en el que se archiva la denuncia penal nosotros hemos vuelto a empezar con los expedientes y las multas administrativas que habíamos detectado", ha apuntado.
Ahora, ha añadido, se deberá determinar si los hechos denunciados por los animalistas suponen una reincidencia en estos supuestos o son nuevos incumplimientos de la normativa, lo que determinará si se debe proseguir con el procedimiento administrativo o se abre uno penal.
En cualquier caso, Simonet ha sido cauto al ser preguntado por la posibilidad de decretar el cierre preventivo de la explotación avícola. "En este momento yo no puedo hablar de cerrar. Además, en un cierre hay que ver qué haces con los animales que hay ahí dentro", ha expuesto.
Por el momento, ha apuntado, se deberán valorar las circunstancias que los inspectores y los agentes del Instituto Armado puedan corroborar durante su inspección de las instalaciones, de las que derivará si se trata de un asunto de salud pública o de maltrato animal.
"Son diferentes motivos, no es lo mismo que los huevos sean un peligro para la salud pública, que esto ahora no lo podemos decir, lo tienen que ver los inspectores de Salud Pública, o si es un tema de bienestar animal", ha manifestado.
De cualquier modo, ha puntualizado que la empresa comercializaba únicamente los huevos de las gallinas y no su carne.
LA MISMA EMPRESA QUE EN SINEU
Simonet ha confirmado que la empresa denunciada es la misma que pretendía abrir una nueva macrogranja en Sineu, cuya construcción se paralizó y cuyo caso derivó en la aprobación de un decreto para regular estas explotaciones intensivas.
Pese a los antecedentes, el conseller ha dicho que la situación conocida este martes le ha sorprendido pirque en el último mes la empresa había presentado "todos los documentos administrativos que se le habían requerido", el plan de reducción del número de animales de la granja y los planes de control sanitario.
"Incluso los informes de la Guardia Civil que se hicieron en noviembre del año pasado constataban, por ejemplo, todo el problema que había con los residuos y que la empresa había actuado correctamente para minimizar su impacto en la zona", ha señalado.
DESESCALADA DEL NÚMERO DE GALLINAS
Simonet ha dicho desconocer el número de gallinas que alberga la granja avícola de Llucmajor, pero ha puntualizado que, al datar la autorización de hace más de una década, no se atenían al límite de 40.000 que marca el decreto que actualmente se está tramitando en el Parlament.
"Mientras tanto, estas gallinas lo que nosotros hemos dicho es que si tienen 130.000 gallinas y tienen que ser 40.000 no vamos a matar a 90.000 en un día. Entonces, se le propone a la empresa que vaya haciendo un plan de desescalada", ha subrayado.
Ese plan es el que la compañía ya ha presentado y que en un principio debería haber cumplido antes de que finalice este año, ha sentenciado.
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