MÉS y Podemos piden el cierre cautelar de la granja avícola de Llucmajor (Mallorca), denunciada

MÉS per Mallorca y Unidas Podemos han reclamado el cierre cautelar de la granja avícola de Llucmajor que ha sido denunciada por la situación de las gallinas ante la Fiscalía de Medio Ambiente.

En un comunicado, los ecosoberanistas han pedido la intervención de la Conselleria de Agricultura para asegurar el bienestar animal, la de Salud por cuestión de salud pública, el área de Recursos Hídricos por posible contaminación de acuíferos y del Seprona por un posible delito ecológico y contra la salud pública.

Al mismo tiempo, MÉS ha anunciado el registro de preguntas con respuesta escrita y solicitud de documentación a las citadas consellerias.

"Ante incumplimientos reiterados y manifiestos, el Govern tiene que actuar", ha señalado el diputado Ferran Rosa.

Por su parte, el regidor de MÉS per Llucmajor, Oriol Gómez, ha explicado que desde hace años, los vecinos de las urbanizaciones de Llucmajor han transmitido quejas a los diferentes gobiernos municipales del PP por el vertedero de 5.000 m2 que la granja tiene instalado y por los problemas de salud, como afecciones respiratorias, migrañas y vómitos.

Además, el regidor ha recordado que su grupo ha presentado reiteradas propuestas de resolución al pleno del Ayuntamiento y peticiones de investigación de la granja. "Los diferentes gobiernos municipales del PP nunca han hecho nada, al contrario, han asegurado que todo estaba bien", ha afirmado.

"FLAGRANTE DEJACIÓN DE FUNCIONES"
Desde Unidas Podemos se han sumado a los reproches y también han reclamado el cierre inmediato de las instalaciones. La diputada de la formación morada, Cristina Gómez, ha considerado que la situación es "un auténtico escándalo sanitario y ético" y ha pedido la comparecencia los consellers de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet, y de Salud, Manuela García, para rendir cuentas ante lo que ha considerado una "flagrante dejación de funciones".

"Estamos hablando de una instalación donde miles de animales viven hacinados, sin acceso a la luz natural, entre cadáveres en descomposición y en un estado de insalubridad extremo que pone en riesgo la salud pública. Y todo esto con el aval de un certificado de bienestar animal. Es inaceptable", ha apuntado.

Las imágenes del interior de la granja avícola, ha sostenido, "son dignas de una película de terror" y no de "un espacio de producción alimentaria regulado por la administración".

Eso vendría a demostrar, ha continuado, que el sistema de controles sanitarios y de certificaciones ha fallado de forma estructural.

"No podemos permitir que en pleno 2025 sigamos tolerando modelos de producción basados en el maltrato animal sistemático, el deterioro medioambiental y el desprecio por la salud colectivo. Esto no es solo un problema de bienestar animal, sino de modelo agroalimentario y de responsabilidad política", ha sentenciado Gómez.