El encaje de Compromís y sus exigencias para continuar en el grupo mantiene vivas las tensiones dentro de Sumar
Micó pide libertad de voto con críticas al grupo, IU insta a no caer en ultimátum y Sumar defiende que cualquier cambio requiere mayorías
La negociación para el encaje de Compromís dentro del grupo de Sumar en el Congreso mantiene abierta tensiones internas en la coalición, después de que la formación valenciana plantee exigencias como libertad de voto, capacidad de interpelar al Gobierno en Congreso y de relación bilateral directa con el Ejecutivo, junto a críticas de "imposiciones", "vetos" y mal funcionamiento del grupo.
Desde Sumar han confiando en conseguir un acuerdo ante las demandas de Compromís, pero advirtiendo de que cualquier cambio debe gozar de la mayoría de la dirección parlamentaria (donde están presentes todos los partidos).
Mientras, Más Madrid ha afirmado que esta crisis tiene que servir de "toque de atención" a Sumar mientras que los Comunes han defendido el funcionamiento del grupo y esperan también un pacto satisfactorio.
Y del lado de IU fuentes de la formación explican a Europa Press que todo puede ser discutido en el funcionamiento del grupo parlamentario, pero pide no distrarse en hacer debates públicos de cuestiones internas ni tampoco lanzar "ultimátums unilaterales".
La decisión de la Ejecutiva de Compromís (donde están presente Més, Iniciativa y VerdsEquo) decidió ayer no romper con Sumar, pero a cambio de conseguir plena autonomía en el grupo parlamentario a la paz que mantenía su reclamación de que pedir la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la comisión de investigación de la dana en el Congreso.
Esta mañana la portavoz de Compromís en el Congreso, Àgueda Micó', ha explicitado los requisitos que plantea su formación para sellar su permanencia en el grupo parlamentario durante una negociación que debe culminar durante esta semana.
Micó ha reconocido que han optado por dar una "oportunidad" de mantenerse en Sumar para preservar la unidad interna de Compromís donde conviven tres "almas", una vez que Més (la facción mayoritaria y donde se referencia la diputada) apostaba por la ruptura mientras que Iniciativa quería continuar en el grupo plurinacional y se negaba a que el parlamentario Alberto Ibáñez pasara al Grupo Mixto.
Eso sí, la portavoz de Compromís ha explicitado que quieren un grupo que sea "realmente confederal" y lanzaba que no estaban satisfechos con el funcionamiento del grupo, que les debía otorgar autonomía plena, negociación bilateral directa con el Gobierno y libertad de voto.
Así, ha manifestado por ejemplo que su intención es que Sánchez comparezca en la comisión de la dana en una segunda fase centrada en la reconstrucción de Valencia y que para ello están dispuestos a negociar con todos los grupos dado que Sumar ya no puede registrar propuestas de citaciones. Y con ello deslizada la disposición a hablar también con el PP.
Por otro lado, Micó ha insistido en que todos los escenarios siguen "abiertos" y por tanto tampoco está descartada del todo la ruptura aunque no ha querido ponerse en esa posibilidad.
VISIONES CONTRAPUESTAS EN LAS DOS ALMAS DE COMPROMÍS
Fuentes del sector mayoritario de Compromís han apuntado que aspiran a un cambio de reglamento, que ahora impide la libertad de voto salvo consenso mayoritario en la dirección del grupo, y lamentaban que Sumar impidiera registrar la petición de comparecencia de Sánchez, aludiendo a que no era un asunto de estricta referencia valenciana.
De todas formas, han manifestado que han escogido dar un nuevo intento a la unidad pero que les otorgue la misma capacidad política que podrían tener en el Grupo Mixto. Y creen que sus planteamientos son compartidos por otras fuerzas de ámbito regional como Més o Chunta, que al igual que ellos no forman parte del Gobierno y dan apoyo parlamentario.
Por su parte, fuentes próximas a Iniciativa han considerado que plantear el choque y el marco de ruptura con Sumar es un error y creen que hay mucho de sobreactuación con estas nuevas demandas y de escenificar el malestar con el espacio creado por Yolanda Díaz.
Así, auguran que al final habrá un acuerdo que apunte a mayor visibilidad de la formación valenciana, dado que pueden tener libertad de voto y capacidad de influencia en la negociación con el Ejecutivo desde Sumar. Y opinan también que en esta crisis hay un componente político en clave interna, como intento de entorpecer alianzas autonómicas con la izquierda estatal.
IU: NI ULTIMATUMS NI ANTEPONER INTERESES PARTIDISTAS
Desde IU han subrayado sobre esta controversia que dentro del grupo todas las partes deben ser consideradas por igual, con mismos derechos y obligaciones, y que en todo caso la prioridad es hacer frente a la amenaza de involución de las derechas populistas.
Por tanto, apela a no quitar la atención de este riesgo para poner el foco en las cuestiones internas que no forman parte de la cultura de izquierdas, como tampoco "lo son los ultimátums unilaterales".
Aparte, apuntan que es un hecho "objetivo" que IU no está bien representada en el grupo con una limitada presencia en la dirección con otras fuerzas con "una implantación claramente inferior". En consecuencia, piden como han hecho en su caso anteppner los intereses colectivos por encima de cualquier cuestión partidista.
LA LIBERTAD DE VOTO ES POSIBLE DENTRO DE SUMAR
Mientras, Sumar por medio de su portavoz en el Congreso, Verónica Martínez, ha destacado que confía en un acuerdo que resulte "confortable" para Compromís, aunque ha defendido que cualquier cambio en las normas del grupo debe darse por la mayoría de la dirección (donde están todos los partidos) y ha replicado que el funcionamiento del grupo es bueno, con un espíritu colaborativo.
En este sentido, expone que cualquier reformulación de la operativa en el Congreso tiene que pasar por consideración del grupo parlamentario, sin prejuicio de la negociación que puedan mantener los distintas formaciones dentro de la mesa de partidos de la coalición Sumar.
No obstante, fuentes de la dirección del grupo han apuntado que quieren tener por escrito las propuestas de Compromís, para evaluar al detalle su alcance y poder estudiarlas. Y defienden que durante los últimos diez días han mantenido negociaciones intensas con los interlocutores de Compromís y han hecho multitud de propuestas, mientras que Micó ha aludido a meras conversaciones informales hasta la fecha.
MÁS MADRID Y COMPROMÍS
De todas formas, en Sumar han señalado que revisar el reglamento del grupo es lo de menos y recalcan que la libertad de voto está contemplada cuando hay un pacto consensuado dentro del grupo, como ha pasado en alguna ocasión. También consideran lógico la negociación bilateral que quiere Compromís con los grupos, dado es lo habitual que los diputados mantenga contactos con los ministerios para cuestiones como las inversiones en su territorio.
Mientras, sectores dentro del grupo parlamentario no ocultan su malestar con la polémica generada por Compromís y creen que este pulso, con amenaza de ruptura, no les ha salido bien cuando ha evidenciado su división interna.
Sin embargo, otras voces de la coalición sí aprecian que en determinadas cuestiones se ha pecado de unilateralidad en Sumar y que debe afianzarse completamente una relación horizontal entre partidos de ámbito regional y los estatales.
La portavoz de Más Madrid en el Congreso, Tesh Sidi, ha manifestado que este conflicto tiene que ser un toque de atención de Sumar de cara al futuro y ha remarcado que una discrepancia sana no implica riesgo de ruptura.
Mientras, la coportavoz de los Comunes y portavoz adjunta de Sumar, Aina Vidal, se ha mostrado segura de que habrá acuerdo con Compromís pero también ha salido en defensa del funcionamiento del grupo parlamentario, que ha sido bueno como se ha podido constatar en diversas ocasiones.
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