Covite lamenta "la pasividad institucional" ante la exaltación a ETA en las fiestas estivales en Euskadi y Navarra
Covite ha lamentado este jueves "la pasividad institucional total" ante "la exaltación pública" a ETA en las fiestas estivales en Euskadi y Navarra, y ha advertido que "blanquear a asesinos condenados en actos festivos es una humillación para las víctimas y una grave irresponsabilidad".
A través de las redes sociales, la asociación presidida por Consuelo Ordóñez se pregunta hasta cuándo las víctimas de la banda tendrán que "soportar esta jactancia pública a favor de ETA".
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco ha afirmado en las redes sociales que, "un año más, la exaltación pública del terrorismo de ETA protagoniza las fiestas" de este verano en Euskadi y Navarra "ante la pasividad total de las instituciones públicas y de una parte de la sociedad".
EN LAS CASETAS DE FIESTA
Al igual que la Fundación Fernando Buesa, Covite ha denunciado los carteles e imágenes de miembros y presos de ETA en las fiestas de Vitoria, entre ellas de Txiki y Otaegi. De hecho, Ordóñez ha considerado al respecto que "los que siguen fascinados por los violentos, una vez más, se apropian del espacio público para pedir impunidad para ellos".
Esta asociación de víctimas cita otros municipios donde en sus fiestas patronales se han exhibido carteles y pancartas de reclusos de ETA, para los que se pide su excarcelación, como Oiartzun y Villabona (Gipuzkoa) o Doneztebe (Navarra).
En Oiartzun, denuncia que, durante el inicio de fiestas, se vieran colgados del balcón del Ayuntamiento símbolos de los presos y una pancarta con el rostro de Joanes Larretxea, condenado por asesinato del empresario Inaxio Uria. También recuerda que en esta localidad guipuzcoana ETA mató a un total de nueve personas y todavía hoy el Consistorio "permite homenajes a quienes sembraron el terror".
También en la Plaza de Doneztebe se colocó una pancarta con la cara de Larretxea, mientras, según subraya Covite, en Villabona, por su parte, se citaba en los pasquines a Óscar Celarain y Juan Carlos Besance.
Celarain fue condenado, entre otros, por el asesinato de Silvia Martínez, una niña de seis años, y Cecilio Gallego, un hombre jubilado, con un coche bomba que tenía como objetivo el cuartel de la Guardia Civil en Santa Pola. Por su parte, Besance participó en el asesinato del concejal de UPN de Leitza, José Javier Múgica.
"Las víctimas merecen memoria, no homenajes a sus asesinos", asegura Covite, que alerta de que "blanquear a asesinos condenados en actos festivos es una humillación para las víctimas y una grave irresponsabilidad".
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