El Gobierno se resiste a romper relaciones con Israel por ahora pese a las presiones de Sumar y sus socios
Esgrime que no ayudaría a la paz y pone como argumento que tampoco se ha hecho en el caso de Rusia
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El presidente del Gobierno ha anunciado este lunes un paquete de medidas para "parar el genocidio" en Gaza entre las que no está la ruptura de relaciones diplomáticas con el Gobierno de Benjamin Netanyahu ni tampoco la retirada de la embajadora española en Tel Aviv, Ana María Salomon, pese a las peticiones en este sentido de sus socios, en particular IU y Podemos.
Así se lo han recordado nada más conocer el paquete de medidas, que incluye la aprobación de un decreto ley para oficializar el embargo de armas a Israel que se ha venido manteniendo, según el Gobierno, desde los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023, así como la prohibición de paso por territorio español de barcos y aviones de otros países que transporten armamento hacia este país.
Además, el Gobierno ha anunciado que se vetará la entrada en España de "todas aquellas personas que participen de forma directa en el genocidio, la violación de Derechos Humanos y los crímenes de guerra en la Franja de Gaza", si bien no ha concretado por ahora si esto incluye al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y a alguno de sus ministros.
En su primera valoración de las medidas, la vicepresidenta segunda y dirigente de Sumar, Yolanda Díaz, ha dejado claro que en su partido "no pueden conformarse" y que se tiene que retirar a la embajadora en Israel.
A su vez, el coordinador federal de IU, Antonio Máillo, ha calificado de "positivo pero insuficiente" el paquete de medidas, dado que su formación exige la ruptura total de relaciones diplomáticas y comerciales con el Gobierno de Netanyahu.
Desde Podemos, han mostrado su desconfianza con las medidas anunciadas, prometiendo que se mantendrán "vigilantes" para comprobar que no se quedan en meros "titulares", como acostumbra a su juicio el Ejecutivo, y reclamando ir más allá con la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel.
Estas reclamaciones han sido recurrentes desde hace tiempo y han sido rechazadas de plano por el momento por el Gobierno. La semana pasada, en pleno debate por la presencia de un equipo israelí en la La Vuelta ciclista a España, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, volvió a referirse a esta cuestión.
¿EN QUÉ CONSISTE LA RUPTURA DE RELACIONES Y LA RETIRADA DE EMBAJADOR?
Como en ocasiones anteriores, dejó claro que la ruptura de relaciones diplomáticas es una herramienta excepcional de la que disponen los gobiernos en sus relaciones con otros países y recordó que en democracia solo se ha empleado una sola vez: en 1980 después de que las fuerzas de seguridad de Guatemala asaltaran la Embajada española, ocupada por campesinos, dejando casi 40 muertos.
Un nivel por debajo de la ruptura de relaciones diplomáticas sería la retirada de la embajadora en Israel, una medida que el Gobierno empleó en 2024 en respuesta a las declaraciones del presidente de Argentina, Javier Milei, que tildó de "corrupta" a la mujer del presidente del Gobierno y se negó a disculparse.
La retirada de un embajador conlleva que si se quiere nombrar a uno nuevo se debe conseguir el plácet del otro gobierno, que puede dilatar la decisión y los plazos, si bien en el caso de Argentina este trámite ya se ha cubierto. Por ello, también se trata de un instrumento poco frecuente.
Pero antes de la retirada definitiva de un embajador, el Gobierno puede optar por la vía de llamarle a consultas a Madrid, dejando así de manifiesto su malestar con el gobierno del país anfitrión y enviando de vuelta al diplomático de turno cuando considere que ya ha conseguido hacer llegar el mensaje que quería.
En el caso de Israel, el Gobierno no ha dado este paso a pesar de que Netanyahu retiró a la entonces embajadora israelí, Rodica Radian-Gordon, en mayo de 2024 ante el reconocimiento de Palestina y aún no ha enviado un nuevo embajador, toda vez que esta se ha jubilado desde entonces.
LOS ARGUMENTOS DEL GOBIERNO
El argumento esgrimido de forma recurrente por Albares para no retirar a la embajadora en Tel Aviv es que tampoco se ha dado este paso con Rusia tras la "invasión ilegal, injusta e injustificada" de Ucrania en febrero de 2022. España mantiene embajador en Moscú --de hecho ha procedido a relevarlo en estos años-- y el régimen de Vladimir Putin ha hecho lo propio en España.
El objetivo no es otro que poder mantener la interlocución con el Gobierno ruso, al que se considera una parte necesaria para una solución al conflicto, lo mismo que ocurre en el caso de Israel, cuyo reconocimiento ha venido reclamando a los países árabes que aún no lo han hecho.
"No he retirado al embajador en Moscú ni tampoco he expulsado al embajador ruso de Madrid porque sé que al final, para alcanzar una paz, Rusia tendrá que sentarse a la mesa", dijo hace unos días en una entrevista, incidiendo en que dado que España apuesta por la solución de dos estados, eso incluye a Israel.
Albares no ha evitado en el pasado afear a los socios del Gobierno el que igual que piden romper relaciones con Israel lo hagan con Rusia. Así lo hizo en sede parlamentaria, en noviembre de 2024, cuando le replicó a Podemos que la ruptura de relaciones con Israel es algo que ni siquiera plantean palestinos y árabes. "No intentemos ser más palestinos que los propios palestinos, más árabes que los propios árabes", les reprochó a los de Ione Belarra.
También ha dejado claro que la ruptura de relaciones o la retirada de la embajadora sería una "medida efectista" que en nada ayudaría a llevar la paz a Oriente Próximo.
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