Perelló presiona a los vocales a pactar los puestos clave del TS en un tercer intento

Este asunto se debatirá en el próximo Pleno, que se celebrará el 7 de mayo, forzando así una tercera tentativa para resolver los nombramientos, según fuentes cercanas al órgano de gobierno de los jueces.

Tercera tentativa de Perelló para desbloquear los nombramientos

En las últimas semanas de abril, Perelló instó a los vocales a no dejar estos dos nombramientos discrecionales pendientes “sine die”. A pesar de haber dado inicialmente un plazo de todo el mes de mayo, la presidenta del CGPJ decidió llevar el asunto nuevamente a Pleno, para que se discuta en el cónclave ordinario del 7 de mayo. De este modo, se vuelve a forzar un acuerdo, aunque las negociaciones entre los bloques se han estancado tras el último intento fallido del 1 de abril.

Posiciones firmes entre los bloques

El conflicto entre los bloques sigue siendo evidente. El sector conservador mantiene su postura firme, proponiendo a Andrés Martínez Arrieta y Pablo Lucas para las presidencias de las salas de lo Penal y lo Contencioso-Administrativo, respectivamente. Por su parte, los progresistas continúan defendiendo a Ana Ferrer y Pilar Teso para esos mismos cargos. Aunque en los últimos contactos se discutió la posibilidad de que Martínez Arrieta fuera nombrado para la Sala Segunda y Teso para la Sala Tercera, el acercamiento no se concretó en una propuesta formal. Además, los conservadores rechazaron esta alternativa de inmediato. Las negociaciones se prolongarán hasta el mismo día del Pleno.

El reto de Perelló: obtener 13 votos

Este será el tercer intento de Perelló para conseguir un acuerdo entre las partes. En el Pleno del 26 de febrero, se lograron otros nombramientos, como el de Ignacio Sancho para la presidencia de la Sala de lo Civil, y Concepción Ureste para la Sala de lo Social, aunque no sin controversia. En ese momento, el bloque progresista advirtió que separar las presidencias de las salas Primera y Cuarta de las de la Segunda y Tercera era un error, ya que los candidatos conservadores ocupan interinamente las presidencias de esas últimas salas, lo que les daba menos incentivos para ceder en estos nombramientos.

La clave de la negociación radica en que para que los nombramientos sean efectivos, se requiere el apoyo de al menos 13 vocales, ya que ambos bloques están empatados con diez miembros cada uno. Este equilibrio hace que el acuerdo entre las dos facciones sea imprescindible.

La importancia de las salas de lo Penal y lo Contencioso-Administrativo

Las dos vacantes en juego son de vital importancia. La Sala de lo Penal es la encargada de investigar y juzgar a los aforados, incluyendo a miembros del Gobierno, senadores, diputados y otros altos cargos, como el fiscal general del Estado. Por su parte, la Sala de lo Contencioso-Administrativo tiene la responsabilidad de controlar la legalidad de las decisiones del Ejecutivo, a través de los recursos que se presenten.

El punto muerto del 1 de abril y la retirada del tema

El 1 de abril, Perelló intentó nuevamente llevar estos nombramientos a discusión, pero la falta de avances obligó a retirar el asunto del orden del día. En su lugar, se aprobaron otros 18 nombramientos discrecionales, incluyendo los de los Tribunales Superiores de Justicia de Madrid, Asturias y Murcia.

El desafío final: ¿se logrará el consenso?

El próximo Pleno del 7 de mayo será crucial para resolver una situación que lleva meses estancada. Perelló sigue luchando por un acuerdo que permita desbloquear los nombramientos y dar estabilidad a las principales salas del Tribunal Supremo. Las negociaciones, aunque tensas, seguirán hasta el último momento.