Las muertes en todo el mundo relacionadas con la contaminación del aire ambiente han aumentado en un 19,5% con respecto a los 3,3 millones registrados en 1990.
Unicef alerta de que unos 300 millones de menores en el mundo viven en zonas donde la contaminación exterior puede superar en más de seis veces las directrices internacionales sobre la calidad del aire.