Cada día escuchamos, leemos, vemos que las autoridades dicen que las personas se queden en casa .“Yo me quedo en casa”, ese es el eslogan que todos retenemos en nuestra memoria. La inmensa mayoría cumple obedientemente, se queda en casa. Una minoría no cumple la orden y ya están pagando las consecuencias: multas y prisión. Es normal que cada uno individualmente pague las consecuencias de sus actos irresponsables e insolidarios.