Pablo Neruda no registra el hecho bochornoso, pero de alcurnia Rimbaudiana, en ninguna página de sus memorias; el compinche de su aventura, tampoco. El poeta Ramón Martínez Ocaranza, oriundo de Jiquílpan (1915), oculta deliberadamente la noche pasada en prisión con el célebre premio Nobel de literatura chileno.