Los expresidentes del Gobierno cuinciden en alertar de la falta de consenso y de centralidad que afecta a la política española para abordar las reformas "transversales" que necesita el país.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, constatan, en una conversación telefónica, que ninguno cede en sus condiciones para negociar
Pedro Sánchez ofrece negociar con PP y Ciudadanos su abstención y una reforma de la Constitución que simplifique el procedimiento de la investidura.
Pónganse de acuerdo, cambien las leyes, nada de bloqueos de investidura y plantéense, ya de una vez, la posibilidad de una segunda vuelta en los comicios para librar a la ciudadanía de historias poco gratificantes como las que se están viviendo estos días.
El desencuentro actual entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, líderes del PSOE y UP parece que tiene mucho que ver con la aversión a convenir por escrito un plan de gobierno para la legislatura, sin antes haber procedido al reparto de los sillones institucionales.
El presidente del PP insta a buscar los votos que le permitan ser designado para poner fin al bloqueo político e incluso le ha recomendado que empiece "a hablar de coaliciones de gobierno" con sus "socios preferentes".
Podemos niega que su secretario general haya pedido la vicepresidencia del Gobierno: "No se ha hablado de eso".
Sánchez comunica a Iglesias que si no logra ser investido en julio, habrá elecciones, según Podemos. Iglesias dice que el PSOE "tarde o temprano" rectificará.
Rivera comunica a Sánchez que no se reunirá con él porque Ciudadanos va a "liderar la oposición".
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha dicho este jueves que "lo peor de este momento" es que la investidura de Pedro Sánchez depende de fuerzas "impredecibles".
Tras el anuncio por parte de la Presidenta Batet empieza la especulación del porqué sanchista de la elección precisamente en esta fecha; y la conclusión ha sido prácticamente unánime en ese Madrid del que le escribíamos ayer, escenario culpable de tanta gresca.
La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha fijado el debate de investidura del presidente del Gobierno en funciones y candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez, para los próximos 22 y 23 del presente mes de julio.
Madrid, capital del reino de España, siempre ha sido terreno abonado a los rumores más peregrinos o a los acaloramientos mediáticos más furibundos, que luego explosionan como las gaseosas y desaparecen con la misma celeridad con la que se iniciaron.
Como mínimo hay tres aspectos en que la entrada de los de Iglesias al Ejecutivo se ven como motivos de conflictos que se quieren evitar en el futuro Ejecutivo.
Con el acrónimo MGTOW (Men Going Their Own Way, u ‘hombres que van a lo suyo’) se quiere significar un fenómeno social originario de las sociedades anglosajonas promotoras de la mercantilización personal.
La fecha del debate de investidura se fijará en alguna de las tres últimas semanas del próximo mes y la votación, que será decisiva para determinar el día de una hipotética repetición de las elecciones generales, se calcula para el 10, el 17 o el 24 de julio.