Científicos del Instituto Americano para la Investigación de la Atmósfera y los Océanos (Noaa) y la NASA explican cómo las temperaturas más altas reducen las reacciones entre el ozono y los compuestos que destruyen el ozono, es decir, el cloro y el bromo.
Ecologistas en Acción ha denunciado este lunes que, cuando aún queda bastante verano por delante, la práctica totalidad de las estaciones de la Comunidad de Madrid han registrado superaciones de los máximos legales por este contaminante.