Los directivos del Santander tienen el reto de reducir su actual plantilla de 33.600 empleados en dos fases, tras la reciente salida de 1.400 trabajadores del Santander y otros 2.600 de la entidad adquirida. Apenas hay, por tanto, empleados mayores de 55 años.
Este mismo miércoles la firma de moda cerró su página web en plena campaña navideña tras declararse insolvente en España y Portugal por segunda vez en tres años.
La disminución de plantilla se llevará a cabo sin despidos. CC.OO. y UGT confían en que las medidas de la automovilística no afectarán a sus plantas españolas.
La reestructuración afectará al nueve por ciento de la plantilla con el objetivo de volver a la rentabilidad en 2017, tras las pérdidas de 94 millones de euros en el tercer trimestre de su ejercicio fiscal.
El acuerdo, con los sindicatos CC.OO y SECPB, consiste en un plan laboral que contempla diferentes medidas voluntarias para afrontar un excedente de personal.
La compañía defiende que es una decisión "necesaria para ser más eficiente". Además, dentro de su plan de reestructuración plantea "la posible reubicación de diversas oficinas e instalaciones de la compañía".