Casi 15 de cada 10.000 personas en todo el mundo sufre un trastorno de alcoholismo fetal, que se caracteriza por problemas mentales, conducta y aprendizaje, e incluso por discapacidades físicas.
La mujer padece desde hace años un cuadro ansioso-depresivo, con una "sintomatología de estirpe ansiosa, con tensión, irritabilidad, desespero, inquietud y sintomatología psicosomática".