Volvo Car Group registró unas pérdidas netas de 1.171 millones de coronas (113,6 millones de euros al cambio actual) en la primera mitad del año, en comparación con las ganancias de 3.398 millones de coronas (329 millones de euros) de dicho período del año anterior.
La empresa pretendía continuar con el desarrollo de los motores diésel, pero que "no merece la pena" debido al alto coste que supone adaptarlos a la normativa europea sobre emisiones Euro 6.