China condena al ex rival del presidente Xi Jinping a cadena perpetua

Un ex funcionario del Partido Comunista Chino ha sido condenado a cadena perpetua por corrupción.

Sun Zhengcai se convirtió en uno de los nombres más grandes en caer en la campaña de Xi Jinping contra la corrupción y la deslealtad.

En abril, admitió ante un tribunal intermedio de Tianjin que había aceptado sobornos por valor de más de 170 millones de yuanes (22,4 millones de euros).

Además de ser encarcelado, Sun fue privado de sus derechos políticos de por vida y sus bienes personales fueron confiscados.

"Después de que se anunció el fallo, Sun Zhengcai dijo a la corte que admitió su culpabilidad, expresó arrepentimiento, aceptó la decisión y dijo que no apelaría", reportó la agencia oficial de noticias Xinhua.

Sun había sido elevado a la élite del partido de 25 miembros del Politburó y era el máximo funcionario en la megaciudad occidental de Chongqing antes de ser retirado repentinamente en julio.

Hasta entonces, había sido considerado un aspirante a la alta dirección.

Se declaró culpable de los cargos y expresó su arrepentimiento, según el Tribunal Popular Intermedio número 1 de Tianjin, que impuso su sentencia menos de un mes después de que se iniciara el juicio, en una resolución relativamente rápida del caso.

A cambio de los sobornos, Sun y sus asociados presuntamente proporcionaron asistencia a organizaciones e individuos no especificados con contratos de ingeniería, operaciones comerciales y otros asuntos, dijo el tribunal.

A pesar de su condena por cargos criminales, los líderes chinos y los medios de comunicación dirigidos por el partido han dejado claro que los delitos de Sun eran en gran medida de naturaleza política.

En una reunión del partido el año pasado, un alto funcionario declaró que Sun y otras altas figuras procesadas por la represión anticorrupción de Xi estaban "conspirando abiertamente para usurpar el liderazgo del partido".

En marzo, Xi Jinping impulsó una enmienda constitucional que eliminaba los límites de mandato de la presidencia, lo que le permitía seguir siendo Jefe de Estado indefinidamente.

La enérgica represión de Xi contra la corrupción ha llevado a la cárcel o al castigo de miles de funcionarios, y también ha hecho caer a docenas de altos cargos del partido y del ejército.

El caso de Sun es similar al de Bo Xilai, uno de sus predecesores como jefe del partido Chongqing, que una vez fue considerado uno de los políticos más ambiciosos del país y un potencial rival de Xi. Bo fue sentenciado a cadena perpetua en 2013 por corrupción.