Santamaría se queda sin la pensión de exministra... por una ley que aprobó ella misma
El motivo es que una ley aprobada por su Gobierno, en 2012, estableció la incompatibilidad de percibir esa indemnización con otro salario.
Soraya Sáenz de Santamaría se queda sin premio de consolación. La exvicepresidenta se quedará sin la pensión a la que tenía derecho como exministra del Gobierno y que en su caso ascendía a un máximo de 121.740 euros a repartir durante dos años, en 24 mensualidades de 5.072 euros.
El motivo es que una ley aprobada por su Gobierno, en 2012, estableció la incompatibilidad de percibir esa indemnización con otro salario. Puesto que Santamaría continuó como diputada tras ser expulsada con la moción de censura, siguió optando por cobrar su sueldo de parlamentaria y eso imposibilita que ahora pueda percibir la pensión como exministra.
El día de su renuncia, el plazo para poder solicitar la pensión de exministra ya había expirado hacía casi dos meses.
La normativa establece que "quienes cesen en los puestos que tengan previstas las pensiones indemnizatorias" tendrán un plazo de 15 días hábiles, a contar desde que concurra la incompatibilidad para comunicar ante la Oficina de Conflictos de Intereses del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas (...) su opción entre la percepción de las mismas o la retribución de la actividad pública o privada que estén desempeñando". La ley deja claro que "la opción por la retribución pública o privada" implica "la renuncia a la pensiones indemnizatorias".
El BOE publicó el cese del anterior Ejecutivo el 2 de junio, por lo que Sáenz de Santamaría tuvo hasta el 22 de ese mes para solicitar esa indemnización. Al no hacerlo y optar por seguir cobrando el salario como diputada hasta el pasado 10 de septiembre, la exvicepresidenta ha perdido, por tanto, ese derecho.
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