La economía alemana creció un 0,6% en 2019, su nivel más bajo desde 2013
La economía alemana creció un 0,6% en 2019, la cifra más baja desde 2013, pero el mercado laboral sigue mostrando signos de buena salud con una constante creación de empleo.
La economía alemana creció 0.6% en 2019, la cifra más baja desde 2013, según anunció el miércoles la agencia federal de estadísticas alemana (Destatis) en base a datos preliminares.
El Producto Interior Bruto (PIB) de la mayor economía de Europa en 2019 registró el crecimiento más bajo desde 2013 debido a la guerra comercial, el 'Brexit' y los problemas de la industria del automóvil. "La economía alemana ha vuelto a crecer, pero con menos dinamismo", explicó Albert Braakmann, jefe de estadísticas macroeconómicas de Destatis, en una conferencia de prensa.
Braakmann destaca el comportamiento del sector externo, afectado por las guerras comerciales. Las exportaciones alemanas -el motor de la economía alemana- aumentaron sólo un 0,9% en comparación con el año 2018, mientras que las importaciones crecieron un 1,9%. En el ámbito interno, el consumo volvió a sostener el crecimiento, con un avance del 1,6%, y el gasto público avanzó un 2,5% respecto a 2018.
La inversión en bienes de capital avanzó sólo 0.4%, destacando las dudas del sector privado sobre el futuro desarrollo de la economía debido a la guerra comercial y al 'Brexit', y el sector de la construcción se destacó del resto, avanzando 3.8%. El Estado en su conjunto -el gobierno federal, los Länder, los municipios y la caja de seguridad social- cerró el año con un superávit combinado de 49.800 millones de euros, equivalente al 1,5% del PIB. 62,4 mil millones en 2018.
La economía alemana ya había mostrado signos de desaceleración a lo largo de 2019 e incluso se temía que entrara en una recesión técnica -dos trimestres consecutivos de contracción económica- cuando terminó retrocediendo en el período comprendido entre abril y junio. Sin embargo, el mercado laboral siguió dando muestras de buena salud con una sólida creación de empleo -que aumentó ininterrumpidamente durante la última década-, una tasa de desempleo en mínimos históricos y aumentos salariales.
El peor récord anual de los últimos años se produjo en 2012 y 2013, cuando la economía alemana avanzó sólo un 0,5%. Pero posteriormente recuperó el impulso y en 2017 y 2018 alcanzó crecimientos del 2,5% y el 1,5% respectivamente.
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