​Las propuestas de PP-Cs siguen sin cuajar en la sociedad vasca

El Partido Popular ha optado por recuperar para las elecciones autonómicas de 2020 a un veterano político, Carlos Iturgaiz, que, curiosamente, se había retirado de la vida pública en abril de 2019. Su apoyo a Soraya Sáenz de Santamaría en su pugna con Pablo Casado por la presidencia del PP culminó con su retirada de la política en abril del año pasado cuando el vencedor de aquellas elecciones del PP le relegó en las listas europeas.

Las cosas parecen haber cambiado mucho en los últimos meses, así que Pablo Casado volvió a ponerle en el cártel electoral después del pacto electoral con Ciudadanos, muy criticado por el entonces líder del partido Alfonso Alonso, que tuvo que dimitir. La elección de Iturgaiz fue, sin duda, toda una declaración de intenciones de por dónde se iban a encaminar las propuestas del PP.

Al frente de la coalición con Ciudadanos, Iturgaiz representa la vieja guardia popular en el País Vasco, la del discurso más duro de la etapa de José María Aznar liderando el partido en Madrid y Jaime Mayor Oreja en el País Vasco. Y aunque las posturas más moderadas de Ciudadanos intentan hacerse notar, el discurso que impera en la coalición es el que lanza Carlos Iturgaiz. Y las mayor arte del programa electoral recuerda más a la recetas habituales de los populares que a otra cosa.

POLÉMICO

Quizá por eso, al candidato popular se le han oído frases como "Santiago Abascal es una persona maravillosa" o "tengo la mejor sintonía con Abascal, aunque estemos en partidos diferentes" cuando intentaba que Vox se uniera a la coalición (Abascal fue presidente de las Nuevas Generaciones, rama juvenil del PP, del País Vasco cuando Iturgaiz presidía el partido); o "los votantes de Vox saben que Iturgaiz no les va a defraudar", hace muy pocos días.

Igualmente se ha referido al tema de la pandemia, donde también ha sacado su 'artillería' pesada contra sus enemigos políticos con frases como: "Lo que pretende Pedro Sánchez con los comunistas bolivarianos, los golpistas catalanes y los batasunos es cargarse el régimen constitucional y la monarquía parlamentaria".

Iturgaiz es un buen conocedor de la política vasca y por eso ha basado su programa y su campaña en los duros ataques a todo lo que huele a nacionalismo vasco (PNV y EH Bildu) y a izquierdista (PSE y Podemos). Consciente de que el partido ha ido perdiendo fuelle entre los ciudadanos vascos, Iturgaiz ha recuperado el discurso que le llevó a lograr el mayor número de escaños para el PP en unas autonómicas hasta aquel momento, las de 1998 (16 diputados).

PROGRAMA POPULAR

El programa que la coalición presenta en estas elecciones tiene como lema 'Un plan para el futuro' y se divide en cinco bloques principales: Administración eficaz para los ciudadanos, Euskadi, motor económico de España, Igualdad de oportunidades para todos los vascos, Educación y cultura en libertad, y Comprometidos con el desarrollo sostenible.

Entre sus propuestas destacan la transparencia y la lucha contra la corrupción para acabar con el "enchufismo, amiguismo y clientelismo político" y con "las duplicidades y los chiringuitos en el sector público, además de la elaboración de una Ley de Transparencia.

En su programa se incluyen puntos como la educación trilingüe, la puesta en marcha de un nuevo sistema fiscal que atraiga a las empresas, además de una rebaja en algunos impuestos, como el IRPF, a las familias, las clases medias y los trabajadores para dinamizar el consumo y la elaboración de una nueva legislación que permita los comercios sobrevivir en tiempos de dificultades económicas.

En este sentido, se comprometen a elaborar una nueva normativa de consumo con la elaboración de una Ley Vasca de los Consumidores.

No podía falta la referencia al mundo abertzale con la propuesta de " afianzar un relato público que no disculpe ni justifique el proyecto totalitario de organizaciones terroristas como ETA", se puede leer entre sus propuestas.

Pide también la modernización del Parlamento vasco que logre un funcionamiento más eficaz, la puesta en marcha de una Fiscalía Anticorrupción en la comunidad autónoma y la supresión de los homenajes a los miembros o ex miembros de ETA.

La coalición también busca un cambio en la política sobre educación, con un mayor apoyo a la escuela concertada, que en su opinión está en peligro por las políticas del PSOE en Madrid y del PNV en Vitoria.