Bruselas exige recortar las pensiones para acceder al fondo de recuperación

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, hizo pública una propuesta consensuada para aprobar el fondo de construcción de 750.000 millones de euros. El documento, apadrinado por Ángela Merkel y Emmanuel Macron,  informa sobre la creación de un fondo perdido no reembolsable con el objetivo de no seguir engordando la deuda de países como España o Italia. 

Sin embargo, este acuerdo hace una concesión a los países del norte, más reacios a compartir su dinero con los países más perjudicados por el Covid-19: deberán afrontar condiciones más duras para acceder a las ayudas. 

Además, para conseguir el dinero será necesario el voto favorable del 55% de los miembros de las capitales europeas que supongan al menos el 65% de la población continental. Es cierto que los países más reacios a compartir los fondos (Austria, Holanda, Dinamarca y Suecia) no podrían parar las ayudas por sí mismos por no sumar la suficiente población, pero sí podrían recabar apoyos y acabar tumbando el 'Plan Marshall' de la UE. 

Los países que reciban las ayudas deberán destinar parte del dinero a la transición verde y digital promovida por la Comisión Europea. Además, deberán tener en cuenta las recomendaciones efectuadas por el club europeo, que en el caso de España es reformar el sistema de pensiones y dejar igual, o modificar lo mínimo, la reforma laboral. 

El 70% del reparto se decidirá según el desempleo de cada país, PIB y población, y el 30% restante según la caída del PIB que provocará el Covid-19 en los años 2020 y 2021. Por este motivo, el 70% de los fondos llegarán durante los primeros años, mientras que el 30% restante se repartirá en 2022 cuando se conozca el impacto real en el PIB. Se espera que el dinero deje de fluir a partir de 2026.