Una mujer se defendió mordiendo el pene de su violador
La nochebuena de 2018 no se borrará nunca de la memoria de una mujer. El caso llega ahora a juicio y podría condenar a 16 años de prisión el hombre por los delitos de abuso sexual, maltrato y descubrimiento y revelación de secretos.
La nochebuena de 2018 no se borrará nunca de la memoria de una mujer. El caso llega ahora a juicio y podría condenar a 16 años de prisión el hombre por los delitos de abuso sexual, maltrato y descubrimiento y revelación de secretos.
La nochebuena de 2018 la víctima celebró una fiesta en la que también participo su agresor. Alrededor de las doce y cuarto, y según consta el escrito de acusación de la fiscalía, el hombre llegó al piso. Después de estar varias horas de fiesta, todo el mundo marchó y se quedaron ellos dos solo en el piso. La mujer quedó dormida al sofá y él, siempre presuntamente, aprovechó la situación para intentar mantener relaciones sexuales; evidentemente, sin el consentimiento de la víctima.
Según consta en el escrito del fiscal, que asegura probado, el hombre inició una grabación con el móvil para grabar la violación -que el fiscal considera un 'abuso sexual'. La mujer estaba dormida y él la desnudó y la intentó penetrar, a pesar de que no lo consiguió. Sin dejar de grabar, el hombre colocó su pene en la boca de la mujer, que seguía dormida.
En el momento que lo hizo, la mujer se despertó, y reaccionó, según el fiscal, mordiendo el pene del hombre. El hombre recibió un grave mordisco y se enfadó, cortando la grabación y atacando violentamente la mujer: le estiró los cabellos y la tiró al suelo. La mujer al caer al suelo se hizo un corte en la mano con un vidrio. Además, el hombre insultó y la amenazó con matarla. No contento con los hechos el violador envió el video de la violación a un tercero.
La fiscalía pedirá 16 años de prisión para el acusado. Diez años por el abuso sexual, uno por el delito de maltrato y cinco más por la revelación de secretos, por haber enviado el video de la violación a una tercera persona. También pide un orden de alejamiento de 1.000 metros de la víctima cuando haya cumplido la condena, que se tendrá que sumar a la libertad vigilada durante diez años más.
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