Despidos masivos en El Universal tras comprarlo una empresa española cuyos dueños no dan la cara
El nuevo director de El Universal, Jesús Abreu Anselmi, había prometido mantener la línea editorial del diario crítica ante el gobierno de Nicolás Maduro y respetar la nómina del diario más antiguo de Venezuela con 105 años, pero los despidos masivos han llegado a menos de un mes de esas promesas.
Han sido los articulistas de las páginas de opinión, mayoritariamente opositores, los primeros en recibir. Una larga lista de columnistas retirados encabezada por Carlos Blanco ha puesto en duda otra vez más la libertad de expresión en Venezuela. Esta vez, con la reciente venta del diario.
Entre los despedidos también figuran el ex ministro Fernando Ochoa Antich, Marta Colomina, Antonio Sánchez, y otros, lo que indica que El Universal se suma a la corriente oficialista, como lo son los diarios Ultimas Noticias y El Mundo integrantes del grupo Cadena Capriles y Globovisión. El único y último diario que queda de la oposición es El Nacional.
"Pienso que es indispensable que se sepa quiénes son los dueños de este periódico, así se despejarán las dudas que hay sobre la posibilidad ?nefasta si así fuera ? que el régimen le haya puesto la mano. No se trata de que alguien con simpatías chavistas no pueda ser dueño de un medio de comunicación; el asunto es que lo sean el gobierno o personeros del gobierno por interpuesta persona, o miembros de la boliburguesía corrupta, que no se atrevan a dar la cara", escribió Carlos Blanco en las redes sociales, quien durante 15 años publicó religiosamente todos los domingos en el periódico.
La venta de El Universal, cerrada a comienzos de julio, sigue en el misterio y sus nuevos dueños no dan la cara. José Luis Basanta, el consejero delegado de la empresa española Epalisticia que se constituyó hace un año con un capital de 3.500 euros, no ha despejado las dudas sobre la extraña operación que ha seguido los mismos pasos de otros medios privados que han terminado en manos de grupos vinculados al chavismo.
Las pregunta es clara, si la empresa se constituyó con un capital social de 3.500 euros, ¿de dónde salieron los 90 millones que costó la operación? Pero además, la empresa compradora, Epalisticia, tiene como objetivo social "la compra, venta, alquiler, parcelación y urbanización de solares, terrenos y fincas de cualquier naturaleza pudiendo proceder a la edificación de los mismos y su enajenación, íntegramente de forma parcial o en régimen de propiedad horizontal; la inversión en y administración de medios de comunicación, en especial en mercados emergentes, con el fin de desarrollar nuevos modelos de digitalización de noticias nacionales e internacionales, procurando abarcar de forma plena la audiencia latinoamericana".
Epalisticia está relacionada con otra compañía de capital español que lleva por nombre Tecnobreaks Inc., que compró la totalidad de las acciones de Epalisticia para convertirse en la única dueña. Las únicas caras visibles de la sociedad inversora son sus tres directivos: Eduardo López de la Osa Escribano como presidente, José Antonio de la Torre López como secretario y Basanta Otero José Luis como representante.
La presidencia del Consejo de Administración está en manos de Eduardo López de la Osa, un gestor de banca privada que ha trabajado para distintas entidades, como Santander y JPMorgan. Actualmente, además de Epalisticia, es directivo de Neurored, una consultora informática, y administrador único de la sociedad Centro de Investigaciones Ginecológicas, su padre es ginecólogo.
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