Ya saben los que juegan al mus lo que significa este órdago, jugada que es mejor cuanto menor sea el valor de las cartas, y si éstas son las de Unió pues ya pueden suponer ustedes lo que ello significa. Reflexiono, se ha dicho Duran, me lo pienso, pero yo sigo en el Hotel Palace, perdón en la portavocía de CiU en el Congreso y de paso, me propongo a mi mismo presentarme, en caso de unas elecciones plebiscitarias, a la Presidencia de la Generalitat.
Ya saben los que juegan al mus lo que significa este órdago, jugada que es mejor cuanto menor sea el valor de las cartas, y si éstas son las de Unió pues ya pueden suponer ustedes lo que ello significa. Reflexiono, se ha dicho Duran, me lo pienso, pero yo sigo en el Hotel Palace, perdón en la portavocía de CiU en el Congreso y de paso, me propongo a mi mismo presentarme, en caso de unas elecciones plebiscitarias, a la Presidencia de la Generalitat. Y para que no suba la tensión, no les cuento a los de El Periódico que le he dicho a Mas que mi sustituto en esa Secretaria General de la Coalición debía ser el Conseller Espadaler para no descubrir que al President le ha dado una soberana lipotimia al escucharme semejante oferta.
¿Y todo esto por la coronación del nuevo Rey? Me temo que no, más bien, parece que aquellos empresarios a los que tanto ha ayudado el líder democristiano en sus muchos viajes alrededor del mundo, donde hay tantos gobiernos afines a los intereses de esa internacional política, en la que Duran i Lleida conserva un muy reconocible prestigio personal, le han presionado para que tenga un gesto contra quienes en su "casa común" les están desmontando la parada de sus intereses económicos y políticos con una confrontación clara y rotunda, cuyas consecuencias claramente predecibles.
Porque si el Conseller Gordó hubiera sido -todavía lo es- el hombre que debería sustituir a Artur Mas al frente de la república convergente bajo el paraguas de los Jordi Pujol y Miquel Roca, Espadaler sería el claro ganador en las preferencias de los hombres y mujeres que todavía siguen a Duran i Lleida en Unió, excluyendo a Joana Ortega que, por lo que dice y hace, está haciendo la carrera política en solitario y que un día u otro se encontrará con la horma de su zapato si no cambia rápidamente el discurso. Y así, con ambos candidatos en el candelero, que no en el poder que se les quiere adjudicar, algunos empresarios catalanes querrían reconducir una situación que creen les perjudica y que, a su entender, no es la mejor garantía de futuro.
Órdago a la chica pues y a esperar que el contrario cante la próxima jugada en una partida de mus, en la que la destreza de los jugadores consiste en mentir descaradamente en voz alta para hacerle creer a la otra parte que las cartas que uno tiene son otras y no las que tiene en realidad. Como usted bien sabe, en Madrid son muy aficionados a este juego, sobre todo en las mal llamadas "altas esferas".
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