Arde Galicia como cada verano mientras que en Cataluña han extinguido el gran incendio de este año, al menos, de momento. Todavía esperamos muchos más repartidos por una España que arde de calor por los cuatro costados. Si no plantamos árboles, sacamos el humo de nuestros coches y volvemos a las energías renovables, llámense placas solares o díganse molinos de aire, ésta y las generaciones venideras van a tener que vivir como los no reconocidos ciudadanos del Frente Polisario. Se agotará el agua y no habrá banderas por las que pelearse, ni estadios que remodelar para mayor gloria de algunos iluminados directivos culés.
Llega agosto y la política se recalienta todavía más que el medio ambiente. Los que siguen a Don Net en versión catalana, al más español Don Limpio, o si lo prefieren, Mister Proper en la lengua de Mr. Cameron, van subiendo poco a poco el listón de sus agravios, inducidos unas veces por el President que no sabe si los de la sociedad civil le van a permitir ahora volver a serlo, otras, por el llorón de Esquerra, y en las últimas horas por el peor Conseller de Economía que ha tenido Catalunya en su historia más reciente, o sea, por el que iba para Nobel Andreu Mas-Colell,y que ha demostrado ser incapaz de gestionar “la escasez” que nuestras abuelas y madres, en tiempos peores, hacían con una eficacia y una inteligencia natural que a este “payaso político”, y lo escribo así porque tiene un cierto parecido a Josep Andreu i Lasserre, mucho más conocido como Charlie Rivel, ni se le ha ocurrido, ni se le ocurrirá nunca porque, sencillamente, es más fácil echarle la culpa a otros que reconocer que a uno le fallan sus propias neuronas.
Y como el gobierno del Estado, ahora que se las ve venir, ha decidido coger la escoba por el palo y afrontar “lo que sea que va a pasar” repartiendo mandobles. Pues se le ha ocurrido que lo mejor para esta campaña electoral era sacarse de la chistera la figura política de Garcia Albiol que ya, como alcaldable de Badalona, donde por cierto ganó en votos, se promocionó limpiando su ciudad, en aquella ocasión, con la escobilla en su sitio, mientras que ahora, por lo que intuyo, lo va a hacer dándole la vuelta al artilugio, para así poder repartir mejor los palos dialécticos que hay menester, con la ayuda, dicen, de unos cuantos abogados del estado, la judicatura y hasta el Tribunal Constitucional, si hace falta. De la guardia civil y de la legión, de momento, no se habla, pero yo, que soy un tanto pesimista tampoco lo descarto, y ustedes perdonen el mal fario.
Y es que, desde que he vuelto a mis orígenes celtiñas, hasta cuando he visto las cantadas del blaugrana Bartra en la gira made in USA me han producido risa floja, algo impensable en lo buen culé que era y que me perdone mi hijo, que es un barcelonista furibundo y al que no quisiera dar este disgusto. Pero claro, tal y como están yendo las cosas, o le echas a la vida una sonrisa de vez en cuando, o cada mañana te desayunas con una buena dosis de Diazepan para poder sobrellevar tanto disgusto y sobre todo tanta incompetencia política.
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