SEPTIEMBRE

Comienza el mes que se supone va a cambiar nuestras vidas en Catalunya. Para los que creemos en la concordia y en el diálogo es un mal mes, ya que los que se proponen acabar con la convivencia de tantos siglos han decidido romper con el pasado y enfrentarnos los unos contra los otros. Hasta el último día de Agosto hemos podido comprobar como políticos mediocres como Carmen Forcadell se esfuerzan en hacerse notar, poniéndole adjetivos descalificativos a Felipe González y callándose astutamente sobre lo que hicieron impunemente los Pujol y Sumarroca tras fundar juntos Convergència Democrática de Catalunya que se suponía que “solo” era un partido político y ayudó a redactar la Constitución.

Esto del día después del 27 de Septiembre no augura buenos presagios, algo que venimos escribiendo desde hace ya un par de años, pero que, quienes han decidido hacerse con el poder, cueste lo que cueste, ni lo escuchan, ni lo quieren comprender por lo mucho que pueden personal o familiarmente ganar con ello… De poco vale que los empresarios se les hayan ido del país deslocalizando más de mil empresas, o que la guardia civil les enseñe pruebas inequívocas de los saqueos al dinero público o uso ilegal del poder político de la Generalitat, a través de comisiones millonarias que engordaron las cuentas de unas cuantas familias de privilegiados, que envueltos en la bandera de Catalunya supieron hacerse ricos y de paso decir que los españoles les robaban o lo hacían con un país que siempre ha estado económicamente por delante del resto de las comunidades autónomas con las que ha convivido.

Recuerdo cuando el escándalo de Banca Catalana que ahora se sabe sirvió para enriquecer a un grupo de amigos. La manifestación multitudinaria contra España porque unos Fiscales querían que se cumpliera la ley querían hacer justicia, y también recuerdo haber escuchado las mismas frases que ahora se vuelven a decir por los mismos o los sucesores nombrados por ellos para justificar las nuevas hazañas descubiertas a la familia Sumarroca, que como son presuntos como los Pujol, Millet y Montull tienen por delante un largo periodo de espera hasta que los juzguen y los sentencien, gracias a la benevolencia de la ¡Justicia española!

A los hijos de los demás por una simple pelea, ya toca decirlo alto y claro, no se les trata con el mismo rasero y se van a la cárcel sin tantas presunciones y una consideraciones, que en este caso concreto rozan el esperpento y la vergüenza ajena. ¿Pero qué Justicia es tan complaciente con los poderosos y tan inflexible con los ciudadanos de a pie? Pero, ¿cómo puede un partido con la historia de Esquerra Republicana proteger a esta gentuza y amparar sus demandas?

Llega Septiembre y aquí lo espero mirándolo de frente y recordando con orgullo los buenos momentos en los que todos en Catalunya, pensáramos como pensáramos, convivíamos en paz, discutiendo delante de un café aquello que nos apasionaba contrastar. Ahora solo nos queda enfrentarnos y que cada uno defendamos nuestra libertad para ser lo que queremos ser. No me echaré atrás. Me siento catalán y español al mismo tiempo y lucharé por mis ideas para seguir siendo lo que yo creo es más justo, me cueste lo que me cueste. Y como yo, estoy seguro, que lo hará mucha más gente, pacífica y decepcionada.

¿Qué vas a hacer Forcadell con nosotros? ¿Echarnos fuera? ¿Enviarnos a Brians? ¿Tú crees que podrás?