martes, 16 de abril de 2024 22:05
Economía

Ana Abril (Cáritas): "El Ingreso Mínimo Vital no da para pagarlo todo y solicitarlo es una carrera de obstáculos"

El Ingreso Mínimo Vital es una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que viven solas o están integradas en una unidad de convivencia y carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas. 

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Pobreza 6

@EP


El último informe emitido por Cáritas sobre el Ingreso Mínimo Vital es preocupante. El alcance de esta medida y la manera de aplicarla no está funcionando de la manera que debería para poder subsanar el problema. En este sentido, el Gobierno aplicó nuevas políticas sociales que deberían haber servido para abordar la desigualdad.


No obstante, estas políticas sociales se han aplicado a unos colectivos muy determinados que estaban en una situación extrema de pobreza o en una situación de carencia material severa, pero lo que está claro es que no han podido llevar a cabo la transformación eficaz que se esperaba en el momento que se introdujo. 


CatalunyaPress ha tenido la oportunidad de hablar con Ana Abril, la coordinadora de incidencia política de Cáritas. "El Ingreso Mínimo Vital tiene que ser un sistema de garantía mínimo común para todo el Estado y tiene que estar complementado con las rentas autonómicas", ha comentado Ana Abril


El problema de la pobreza extrema se ha ido extendiendo durante los últimos años. La crisis de 2008 y la pandemia del covid en 2019 han hecho que muchas familias se vean abocadas a esta situación. Por ello, en el informe de Cáritas insisten en la necesidad de poner fin a todos estos problemas que afectan a una gran parte de la población en España.


En este sentido, muchas personas no pueden recibir la ayuda porque el sistema tiene muchas trabas que no pueden superar. "Hay que retirar las barreras tecnológicas, ya que actualmente es una carrera de obstáculos insalvable. Le estamos pidiendo a estas familias unos recursos que no pueden tener ni conseguir", ha comentado Ana Abril. 


¿QUÉ ES EL INGRESO MÍNIMO VITAL?


El Ingreso Mínimo Vital es una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que viven solas o están integradas en una unidad de convivencia y carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas. Se configura como derecho subjetivo a una prestación económica, que forma parte de la acción protectora de la Seguridad Social, y garantiza un nivel mínimo de renta a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad económica, según la Seguridad Social.


Esta medida tuvo una muy buena acogida socialmente. De hecho, el estudio del CIS indicaba que el 83% de la población estaba a favor de este nuevo Ingreso Mínimo Vital. No obstante, como en todas las nuevas formas, existían lagunas que no permitían a muchas familias acceder directamente a esta renta. Personas que sí estaban en riesgo de pobreza extrema y que su situación era de exclusión social. 


¿CUÁNTA AYUDA SE RECIBE?


El Ingreso Mínimo Vital tiene varios escalones. En el más bajo, una persona adulta que vive sola cobra un máximo de 470 euros al mes. A partir de que en la convivencia se van añadiendo personas, el total de esa renta va subiendo hasta los 1.034 euros al mes de tope máximo. En el caso de las familias monoparentales, se añadía un 22% de complemento que hacía referencia a pensiones no contributivas.


Ana Abril ha asegurado que los 470€ del Ingreso Mínimo Vital no da para pagarlo todo. Los gastos que tiene una persona de alquiler, transporte y comida no se pueden pagar con una cuantía tan baja. Además, hay que tener en cuenta que en las grandes ciudades los alquileres de piso están muy por encima de las ayudas.


Además, ha querido matizar lo que recibe cada persona. Es decir, si una persona tiene 30€ de ingresos, el Ingreso Mínimo Vital que recibirá será de 440€. "En la norma está escrito que la cuantía nunca será superior a 470€, pero que te dan la diferencia con lo que ya tienes", ha comentado Ana Abril.


Eso sí, la coordinadora de incidencia política de Cáritas ha explicado que se está trabajando para desarrollar una normativa que contemple que el Ingreso Mínimo Vital se pueda completar con algún trabajo puntual. 


La realidad es que muchas de esas personas intentan salir de la pobreza y si no pueden cobrar esa ayuda, mientras que reciben un sueldo puntual, nunca podrán salir de esa situación.


Con motivo de la pandemia, durante el segundo trimestre de 2020 se registró un paro del 15,3% en el peor momento de la crisis sanitaria. Fue entonces cuando se redujo de manera importante el total de los ingresos del conjunto de hogares. Por eso el Ingreso Mínimo Vital está vinculado a problemas sociales estructurales y con pobreza extrema. 


De hecho, durante el 2020, la Encuesta de Condiciones de Vida arrojó datos preocupantes. El tanto por ciento de la población en riesgo de pobreza aumentó hasta el 21% y el 7% se encontraba en situación de carencia material severa. Esto supone que ambos datos subieron respecto al 2019, lo que hace pensar que el objetivo del Ingreso Mínimo Vital no terminó de funcionar como se esperaba. 


LOS DATOS DEL INGRESO MÍNIMO VITAL


El problema no está únicamente en esas personas que están en riesgo de pobreza, sino que los parámetros para poder acceder a las ayudas son realmente complicados. En este sentido, hasta septiembre 2021 se procesaron 1.322.904 peticiones. De ellas, válidas fueron 1.244.029 millones. Esto supone que el 94% de las solicitudes que llegaron fueron aceptadas, pero tan solo 336.933, es decir, el 27,1% fueron aprobadas. Además, se denegaron un total de 888.458 solicitudes y el resto están pendientes. 


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Fuente: Elaborado por Cáritas a partir de nómina de septiembre de 2021, Secretaría de Estado de Seguridad Social y Pensiones.


En este sentido, si los datos se desgranan por grupos de edad los adultos entre 36 a 45 años son los que más se han podido beneficiar de este tipo de ayudas. Representan un 32,6% del total. Detrás, están las personas de entre 46 y 55 años que suponen el 29,5%. Estos grupos son los que más se benefician de los datos por los requisitos de la prestación. En este caso, los menores de 24 y los mayores de 65 tienen menos posibilidades de acceder a este Ingreso Mínimo Vital.



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Fuente: Elaborado por Cáritas a partir de nómina de septiembre de 2021, Secretaría de Estado de Seguridad Social y Pensiones.


EL PROBLEMA DE LA DESINFORMACIÓN


La desinformación en general es un problema en cualquier ámbito, pero la realidad es que hay muchas familias en riesgo de pobreza extrema que no tienen información acerca del Ingreso Mínimo Vital y no lo piden pese a necesitarlo. Por tanto, se puede entender que la medida no está teniendo la cobertura necesaria para que todas aquellas personas que lo necesiten puedan acceder. 


"El nivel de cobertura que hay en el Ingreso Mínimo Vital es muy bajo. Hay personas que no tienen la información, ni siquiera saben que existe este trámito. Además, es necesario simplificar la tramitación y ofrecer ayuda a estas personas de manera presencial, ya que el tema es solo online", ha comentado Ana Abril. Hay familias que no tienen los recursos para acceder al trámite online y sería necesario poder incluir oficinas físicas para que alguien les ayude.


De hecho, los datos indican que esta desinformación llega hasta hogares en una situación de pobreza severa. Tan solo un 24,6% del total de las familias que están en esta situación han podido tener acceso a toda la información y han solicitado la prestación. Esto quiere decir que más de dos tercios de la población en situación de pobreza severa no ha accedido ni tan si quiera al trámite para pedir el Ingreso Mínimo Vital.


Pero el problema no está solo en el momento de realizar el trámite, sino que la notificación posterior también supone un problema para estas familias. Cuando no se les acepta la petición, reciben una carta general diciendo que solo se ha rechazado, pero no se da una explicación concreta, así que las personas en esta situación no tienen ninguna manera de poder reclamar.


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Fuente: Encuesta sobre Integración y Necesidades Sociales de la Fundación FOESSA 2021.


La pandemia ha significado un gran problema para muchas familias y ha puesto de manifiesto la necesidad de que este tipo de políticas sociales cojan un nuevo impulso para que los hogares con problemas puedan acceder a ellas. Y no solo eso, sino que es importante que todos aquellos que lo necesiten puedan acceder, como mínimo a los trámites para solicitar la ayuda del Ingreso Mínimo Vital. 

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