Mas avisa a la CUP de que "el proceso queda encallado" si no le inviste

El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, ha avisado este lunes a la CUP de que el proceso soberanista "queda encallado" si no apoya su reelección, porque se necesita un nuevo Govern para desplegar la resolución soberanista de JxSí y CUP aprobada por la mañana en el Parlament.

Sin mencionar a este grupo parlamentario, Mas ha finalizado el discurso de investidura de la misma manera que lo ha empezado: advirtiendo a la CUP de que, si mantiene su veto a que sea de nuevo presidente, el proceso se frena.

"Sin investidura no hay gobierno definitivo y consecuentemente el proceso queda encallado; al menos, durante un tiempo.

No se entendería de ninguna manera que tuviéramos un Parlament plenamente operativo conviviendo con un Govern que deriva de la anterior legislatura", ha concluido.

Mas ha defendido que hay 72 votos soberanistas que pueden investirle presidente --62 de JxSí y 10 de la CUP--, por lo que depende de esta mayoría "que no haya bloqueo ni pérdida innecesaria de tiempo para iniciar el proceso que debe llevar al Estado catalán".

La CUP ha dicho en varias ocasiones que no le investirá ni en primera ni en segunda ni en ninguna vuelta, y ha asegurado que propondrá un nombre alternativo, pero el presidente no ha dado ningún síntoma de plantearse retirar su candidatura.

Mas ha utilizado de nuevo una metáfora marinera para alertar de los riesgos de la posición de la CUP: "Si no hay la suficiente sintonía entre el timón y las velas, puede pasar que la embarcación vuelque y no se pueda enderezar".

"Sin salir del puerto quedamos atracados, inmóviles, parados: un precio demasiado alto después de habernos preparado a fondo para la travesía, después de haber recibido un mandato claro sobre el rumbo a seguir", ha alertado.

CONSTITUCIÓN CATALANA

Otra de las aspiraciones clave de los soberanistas es abrir un proceso constituyente, redactar una constitución catalana y celebrar un referéndum de ratificación, y Mas ha asegurado que esto también está en riesgo si no hay investidura.

"No habrá constitución catalana con un Govern en funciones como el de ahora", y ha añadido que solo un nuevo Govern puede hacer las leyes clave para la independencia, como la de la seguridad social catalana y la hacienda propia.

No ha hablado de su futuro político, consiga o no ser presidente, y se ha centrado en destacar la importancia del momento: "La decisión colectiva señalará el rumbo por muchos años y por muchas generaciones. Por eso es tan trascendente que no nos equivoquemos con la elección del camino".

EL ESTADO QUIERE "DESTRUIR"

En la última parte de su discurso, Mas ha recuperado sus críticas al Estado por no querer negociar el proceso soberanista: "El Estado no quiere comprender; quiere destruir. Se siente atacado, cuando lo que se debería sentir es cuestionado".

Mas ha descartado iniciar de nuevo la petición formal de un referéndum de independencia porque sobre PP, PSOE y C's "no quieren ni descolgar el teléfono ni abrir el correo electrónico y ni sentarse en una mesa a hablarlo".

CONFIANZA DE LA CIUDADANÍA

Ha admitido que "hacen falta esfuerzos contundentes y creíbles para lograr que los ciudadanos recuperen su confianza en las instituciones", y para ello se ha comprometido a luchar contra la corrupción, sin aludir a los presuntos casos que rodean a su partido.

También ha prometido retomar la reforma de la ley electoral, mejorar el sistema de contratación pública para hacerlo más ágil y transparente, modernizar la administración pública, especialmente en el ámbito judicial, y reconocer el municipalismo con una nueva ley que simplifique los niveles administrativos y racionalice las competencias.