viernes, 29 de marzo de 2024 08:34
Editorial

ESTO COMIENZA A MOVERSE

Manuel Fernando González Iglesias
Manuel Fernando González Iglesias

A Coruña, 1952

Ciudadanos ha hecho en las últimas horas las siguientes cuentas de la abuela de la fabada:


1. PSOE + Podemos (y sus confluencias) + PNV= 90+69+6=165 votos positivos

2. PP + Ciudadanos= 122+40= 162 votos negativos

3. 23 abstenciones


Si eso es así, Albert Rivera da por hecho que Pedro Sánchez sería Presidente del Gobierno en una segunda votación en la que no es necesaria la mayoría absoluta. El líder de Ciudadanos está asombrado de que Mariano Rajoy haya desaparecido de la escena de los pactos, decidido a no llamar ni a Pedro Sánchez, ni a él mismo, que se supone es su "aliado natural".


Para que los sumandos le hayan cuadrado a Rivera, ha hecho falta que Pablo Iglesias decidiera formar un solo grupo parlamentario y rechazar, por tanto, la oferta de última hora del PSOE de apoyarles en la constitución de un segundo grupo parlamentario, y también que los barones socialistas estén tan callados como Don Mariano.


No obstante, aún quedaría en la recámara una segunda gran coalición, la palabra favorita del presidente del Gobierno, que debería ser la que integraran PSOE, Ciudados y Podemos, que tampoco es del todo imposible si Podemos aparca hasta "cuando toque" su intentona de un referéndum pactado en Catalunya que tanto asusta a Ciudadanos y socialistas.


Esto comienza a moverse, no sé si a gusto de todos, pero si en el posible acuerdo pierden todos algo de su esencia quiere decir que el pacto es de evidente calidad democrática. Tampoco es necesario que el matrimonio dure más de dos años, periodo más que suficiente para que los ciudadanos recuperen el resuello y vuelvan a confiar en los partidos políticos, y estos reflexionen y comprueben que pactar forma parte esencial de la democracia parlamentaria, de la que, de una vez por todas, deben desaparecer los insultos y las descalificaciones personales.


Y si en el último minuto, Rajoy da un paso atrás y deja que le sustituyan en el PP por otro candidato o candidata mas "digerible" y, con ello, permite otro pacto "más mejor" que los que les hemos referido, pues... ¡adelante! ¿Quién ha dicho miedo? Si aquí de lo que se trata es de convertir en normal lo que ya es habitual en los parlamentos de nuestros vecinos europeos.

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