Las monjas indias del convento de Santiago confirman a la jueza que fueron retenidas en contra de su voluntad

Las tres religiosas de origen indio que supuestamente estaban retenidas en el convento de las Madres Mercedarias de Santiago de Compostela han declarado ante el juez que instruye el caso y han confirmado que las retenían en contra de su voluntad.

Según ha recogido la Cadena Ser, que ha tenido acceso a las declaraciones, las tres monjas habían reiterado su deseo de abandonar la orden, pero se encontraban con la negativa y las amenazas de la priora. 

La primera de las monjas en declarar, S.V. llegó al convento con 16 años pensando que sería monja como en su país, con "bastante actividad y no de clausura". Ahora quiere "abandonar el convento" porque no se encuentra "feliz", pero asegura que hace meses, cuando dijo que se quería ir, recibió una negativa de la priora, que le aseguró que tenía "un contrato que cumplir", amenazando con deportarla y reteniendo su tarjeta de intentidad.

La segunda monja, U.D., también declaró que quería abandonar el convento, al que llegó hace 18 años. Asegura que también intentó marcharse en diciembre, y que la madre superiora le contestó "que se marchara", que no estaban forzando a nadie. Pero tampoco le entregó la tarjeta (de residencia), avisándola de que si se quería marchar se iría directamente a la India y sin tarjeta de identidad.

Por último, A.E. declaró en los mismos términos que sus compañeras, asegurando que cuando llegó hace 16 años no sabía "que se trataba de un convento del que no se podía salir". Explica que sólo le dejaban ver a su familia "cada ocho años", por lo que también expresó su deseo de marcharse. Pero cuando pidió su pasaporte a respuesta de la superiora fue que "por ahora" no había pensado en esas cosas.

LA POLICÍA DETECTÓ AMENAZAS VELADAS

Los agentes encargados de la investigación del caso advirtieron en sus diligencias de la existencia de "amenazas veladas" con una posible deportación a su país de origen se abandonaban la congregación.

En el escrito que le trasladaron a la jueza también advirtieron de que las monjas estaban condicionadas por el "aislamiento del exterior", por la realización de un "trabajo excesivo" y por la "influencia" que ejercían sobre ellas sus superiores.

De hecho, los agentes llegan a afirmar que las religiosas parecían tener afectada "su capacidad de decisión" por la forma en la que entendían la vida en el convento y por la propia influencia de las superioras. Finalmente, advirtieron de que las religiosas eran "privadas de su documentación personal", que tuvieron que requerir a la congregación cuando las monjas decidieron abandonar el recinto.

Este hecho incide en la teoría de las amenazas de deportación hacia la India, reforzada por dos casos previos que ahora también investiga la magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago, que analiza los motivos que llevaron en 2011 a la deportación de dos monjas de la misma congregación que tenían permiso de residencia.