CONGRESO A LA OURENSANA

Ganar a la búlgara un congreso partidario se produce cuando en la votación final el candidato obtiene una mayoría, si no por el 100% de los votos, sí por más del 95. De tan abultada que es la cifra, resulta sospechosa a los ojos de cualquier ciudadano/a, ya que recuerda aquellos congresos de los partidos comunistas en el poder tras el telón de acero, en los que los líderes repetían mandato tras mandato entre el fervor admirable de sus camaradas. En ese arte de votar al Prócer, al parecer, y en la década de los 70, los bolcheviques del PC de Bulgaria que dirigía Todor Zhikov eran unos auténticos maestros.

Han pasado muchos años desde aquellas cacicadas, que los que teníamos en un altar a la democracia de Occidente creíamos que solo eran posibles al otro lado del Muro de Berlín o en la España de Francisco Franco. Con la muerte del Generalísimo los españoles llegamos a creernos que los "congresos a la búlgara" eran un tópico excepcional que rompía la norma democrática porque el pasado nunca vuelve. Pero claro, después de haber leído algunos titulares como los que a continuación les reseño, uno comienza a dudar de que el Señor Zhikov sea ya el dueño de la marca "pucherazo" y que en la España post-Transición no le hayan salido al "tal Señor" unos cuantos discípulos aventajados.

Para que Vds. me entiendan, tomo datos de un blog escrito en marzo del 2014 por la colega María Ángeles García que nos dejaba en la hemeroteca de la red de redes estos tres ejemplos: "El congreso a la búlgara del PP andaluz» (El Imparcial, 3-3-2014), «Cospedal gana a la búlgara» (Público, 5-5-2012) o «Susana Díaz gana ‘a la búlgara’ unas primarias marcadas por la falta de transparencia» (El Confidencial, 2-7-2013).

Por mi parte, y tirando para casa, o sea, para mi Ourense natal, me he quedado con la pieza que publicaba El País el pasado 5 de marzo, que es como decir "hoy mismo" y que iba por idéntico camino:

“Este es el acto político más importante que se celebra hoy en Galicia y en España”, clamó este sábado un exultante José Manuel Baltar en la inauguración del XVII congreso provincial del PP. Horas después, expresaba su satisfacción por el respaldo casi unánime ¡El 95,66% de los voto! de cerca de un millar de compromisarios a su candidatura, la única que se ha presentado para dirigir el partido en Ourense".

O sea, que en mi pueblo también saben hacer congresos a la búlgara, e ¡incluso mejor!, porque me imagino que, tras la votación, los señores congresistas celebrarían la victoria de su candidato tomándose unos ribeiros con su correspondiente pulpo o empanada, algo que a los búlgaros les estaba completamente vetado.Y si eso ha sido así, imagínense los incentivos que se le añaden a los futuros "bulgarianos". ¡Qué barbaridad! ¡Qué despropósito! No será con mi apoyo con el que la gente se le dé por sustituir el término "a la búlgara", por " a la ourensana" .

Así que, Señor Baltar, de mi parte dígale a los suyos que, en la próxima votación, con que lo dejen como en el Congreso de hace dos años en el que Vd. vapuleó a su "amigo Núñez Feijoo", ya es más que suficiente. Y que lo del otro día, como decía mi nieta catalana cuando era un bebé es "caca, culo, pis-pis" y por lo tanto, no huele a rosas… ni siquiera en política.