Un Barça de muñeco de feria pierde ante un sublime Real Sociedad en Anoeta
El Barça entró en una depresión en Anoeta porque topó con los mismos problemas que padeció hace un año en San Sebastián. Y por eso fue un encuentro dramático porque el Barça no aprende de sus errores y a los cuatro minutos, perdían los azulgranas, incapaces de gobernar el partido.
Nadie podía entender, ni Luis Enrique tampoco, que ese Barça apareciera con las manos en el bolsillo sin jugar a nada. Cuando se dio cuenta, un atrevido y talentoso Mikel Oyàrzabal, de 18 años, firmaba el cabezazo de su vida para batir a Bravo. Al entrar el capitán se movió toda la sala de máquinas Luis Enrique y el Barça se desnaturalizó que parecía un muñeco de feria, sin personalidad alguna.
El Barça perdió en Donosti porque no halló respuestas para superar el tempranero gol de Oyárzabal (m. 4), retratando la ineficacia de un equipo que presume de tener a dos de los mejores delanteros del mundo. El problema que preocupa a Luis Enrique es que la tímida reacción de la segunda mitad, coincidiendo con la salida de Iniesta, duró poco. Tan poco que acabó la Real teniendo la pelota. El Barça Jugó mal y perdió.
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