La sala Bataclan vuelve a abrir un año después de la masacre yihadista
París rinde homenaje domingo a sus 130 muertos un año después de los atentados | Las autoridades recorrerán los escenarios de la trágica noche y descubrirán placas en homenaje a las víctimas.
Los parisinos echarán la vista atrás este domingo y volverán a recordar a las 130 víctimas que el pasado año murieron en el primero gran atentado coordinado por Estado Islámico en una capital europea.
Nueve terroristas sembraron el pánico la noche del 13 de noviembre de 2015, repartidos en diferentes zonas de la capital gala. Tres de ellos se inmolaron y mataron a una persona junto al Estadio de Francia, a Saint-Denis, mientras que otros tres dispararon de manera indiscriminada contra bares y terrazas de la zona centre y dejaron 39 víctimas mortales.
El escenario más trágico fue la sala de conciertos Bataclan, asaltada a golpe de fusiles y explosivos mientras el grupo Eagles of Death Metal ofrecía un concierto. Noventa personas murieron en el local que reabrirá sus puertas este sábado, con un recital del artista inglés Sting.
El presidente de Francia, François Hollande, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo y el alcalde de Saint-Denis, Didier Paillard, recorrerán este domingo los lugares de la tragedia. Los actos empezarán a las 9.00 al Estadio de Francia y concluirán dos horas más tarde en Bataclan, previo paso por el resto de escenarios.
El Elíseo ha informado en un comunicado que las ceremonias "estarán marcadas por una gran sobriedad" por petición expresa de familiares de víctimas. Se descubrirán placas en recuerdo de los muertos y se guardarán momentos de silencio, según la nota oficial, que llama también a respetar la "intimidad" de las familias.
EL MIEDO PERSISTE
A pie de calle, el recuerdo del 13-N sigue muy presente, tanto por el impacto que supuso y que todavía persiste como por las consecuencias prácticas que ha comportado. Hollande ha decretado después de los atentados un estado de emergencia que sigue vigente y dio marcha atrás a toda medida que supusiera un recorte de las fuerzas de seguridad.
Militares armados continúan patrullando algunas de las zonas más simbólicas y turísticas de París y se ha intensificado la vigilancia de los potenciales focos de radicalización. La comunidad musulmana, por parte suya, ha denunciado una estigmatización frente a quienes vinculan islam y terrorismo.
En el terreno político, se ha disparado el debate sobre los límites entre seguridad y libertad. La derecha ha clavado por la cara en el Gobierno su supuesta tibieza, mientras que los socialistas han agravado su división interna con medidas como la retirada de la nacionalidad para los condenados por terrorismo.
La seguridad será previsiblemente uno de los grandes temas de la campaña para las elecciones de abril y mayo del próximo año. Los sondeos dan por hecho que Francia girará a la derecha, con los socialistas relegados a la irrelevancia y con Los Republicanos y el Frente Nacional mano a mano a la segunda vuelta.
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