La desesperación de miles de venezolanos obligados a comer de la basura

Cada vez son más los venezolanos que se ven obligados a comer de la basura. Las erráticas políticas económicas del gobierno bolivariano de Venezuela están golpeando de lleno a los bolsillos de sus habitantes más desfavorecidos. 

Y la disparatada inflación --que según el Fondo Monetario Internacional (FMI) llegará al 1.660% en 2017-- ha hecho que los afectados sean mayoría.

De hecho, según la Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela, cerca de 9,6 millones de personas solo pueden hacer dos comidas al día y el 93,3% de las familias venezolanas no consiguen cubrir todas sus necesidades alimenticias.

Por eso muchos venezolanos no tienen más remedio que rebuscar en la basura para poder llevarse algo a la boca. 

DESABASTECIMIENTO Y LARGAS COLAS

El desabastecimiento es tal que para lograr encontrar productos básicos como la harina de maíz, el arroz o la pasta --alimentos regulados-- un consumidor venezolano tienen que visitar entre cinco y diez establecimientos para poder encontrarlos.

Y la odisea no termina ahí. Si por casualidad encuentra el producto, deberá hacer de dos a cinco horas de cola. Las familias más pobres han de esperar más en las largas colas para poder conseguir comprar pan regulado.

Un día de salario mínimo no alcanza para comprar un sencillo tentempié de empanada y zumo o un pastelito y un refresco. Platos típicos y populares como las arepas se han convertido en un lujo al alcance de unos pocos, puesto que alcanzan ya los 5.000 bolívares.

COMER DE LA BASURA

Una situación dura y desesperada que ha llevado a que muchos venezolanos se vean en la necesidad de comer de aquello que encuentran en la basura. Familias enteras buscan entre los desechos de restaurantes o zonas residenciales cualquier cosa para comer.

Muchos venezolanos hurgan en la basura a pesar de tener trabajo, porque lo poco que pueden comprar prefieren dárselo a sus hijos y buscan qué comer en los contenedores de los restaurantes, los más codiciados puesto que es dónde hay más posibilidades de encontrar restos de carne o pescado.

Otros optan por esperar al camión de la basura, con la esperanza de encontrar algo aprovechable con lo que saciar su hambre.

La desesperación lleva a que muchos venezolanos estén poniendo su salud en riesgo. Y no solo por consumir alimentos desechados.

En las últimas semanas se han producido varias muertes por consumo de yuca amarga, un tubérculo similar a la yuca dulce, pero debido a los niveles de cianuro que posee, puede provocar desde intoxicaciones hasta fallo multiorgánico.

El Gobierno de Venezuela se ha negado a dar cifras oficiales de intoxicaciones y muertes por el consumo de este tubérculo. En la alocución de Nicolás Maduro del pasado 23 de febrero, pidió tener cuidado con la yuca amarga.