Detenido un menor por llamar al 112 y alertar de falsas amenazas de bomba

La Fiscalía de Menores ya se encarga del joven

El Servicio de Información de la Guardia Civil de la Comandancia de Sevilla investiga a un menor por la realización de diversas llamadas falsas al servicio unificado de emergencias 112 en una de las cuales llegó a informar de que tenían intención de colocar una bomba.

Según informa el Instituto Armado en un comunicado, los hechos se produjeron el pasado 14 de diciembre cuando se recibieron en la centralita del 112 numerosas llamadas de una persona, en una de las cuales informaba que tenían intención de colocar una bomba sin precisar la ubicación.

La investigación desarrollada por los agentes para comprobar la veracidad de los hechos e identificar al responsable de las llamadas permitió determinar que el presunto autor hizo uso de un terminal de telefonía móvil propiedad de su hermano.

Por todo ello se procedió a la detención de un joven menor de edad, con domicilio en una localidad de la provincia de Sevilla, y que ha sido puesto a disposición de la Fiscalía de Menores.

La Guardia Civil recuerda que las acciones y omisiones que impidan u obstaculicen el funcionamiento de los servicios de emergencia, provocando o incrementando un riesgo para la vida o integridad de las personas o de daños en los bienes, o agravando las consecuencias del suceso que motive su actuación de aquellos, figura como infracción grave en el artículo 36.5 de la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana.

Junto a ello, el Instituto Armado insta a hacer buen uso de los servicios de emergencias con consejos como mantenerse informado por fuentes oficiales y no difundir informaciones cuya fuente no puede ser verificada, ya que los bulos son muy frecuentes en situaciones de emergencia y en ocasiones solo crean más pánico.

En este sentido, piden colaboración a los ciudadanos con los servicios de emergencia para difundir entre sus contactos la información que emitan las cuentas oficiales y no dar nunca "falsas alarmas" debido al gran daño social que provocan y las consecuencias penales que pueden acarrear.