Francia reclama castigar a Shein desde la UE mientras Bruselas estudia medidas pero no contempla su veto
La Comisión Europea ha dicho este jueves que se toma "muy en serio" y comparte con Francia la preocupación por la venta de muñecas sexuales con aspecto infantil a través de la plataforma china 'Shein', si bien ha avisado de que estudiará medidas si la compañía no actúa para retirar los productos pero no contempla prohibirla su veto en la Unión Europea.
Antes de nada, el Ejecutivo comunitario quiere conocer los detalles de la infracción y el marco de respuesta francés para determinar si se trata de una violación de las reglas por parte de "uno, dos, tres, cuatro o cinco" vendedores que usan la plataforma o existe un "riesgo sistémico" ante el que la Comisión "no dudará en tomar medidas".
La legislación comunitaria establece que Bruselas debe actuar ante una plataforma que viole las normas de protección al consumidor y servicios digitales si no se trata de infracciones de vendedores individuales, ha apuntado el portavoz de Tecnología, Thomas Regnier, quien ha avisado de que "esa acción no sería necesariamente prohibir o suspender la plataforma".
Un veto, ha añadido, es algo que la Comisión "no querría tomar" porque se trata de una medida "de último recurso" y existen procedimientos que marcan "los siguientes pasos lógicos" y llevarían, en primer lugar, a la eventual apertura de una investigación en profundidad, porque "las compañías tienen derecho a defenderse". Con todo, ha añadido, las autoridades nacionales sí pueden tomar "medidas de emergencia", como ha hecho Francia.
CONTACTOS ENTRE BRUSELAS Y PARÍS
El Gobierno francés ha informado a Bruselas de la situación, tras anunciar el miércoles el inicio de un proceso para suspender la actividad de la plataforma, y reclamado a los servicios comunitarios que tome también medidas severas para castigar a la plataforma de venta online.
Desde el Ejecutivo comunitario confirman la recepción de la carta y apuntan que en las próximas horas habrá contactos tanto a nivel técnico como político entre París y Bruselas para discutir en detalle los pasos anunciados por el Gobierno galo, incluida la base legal para bloquear la plataforma, y analizar próximos pasos.
En una rueda de prensa desde Bruselas, el portavoz comunitario para asuntos digitales, Thomas Regnier, ha reconocido la competencia de cada Estado miembro para tomar "medidas de emergencia" y rebajado las expectativas respecto a que desde la Comisión se pudieran activar de inmediato acciones equivalentes para el conjunto de la UE.
Así las cosas, Regnier ha recordado que la Ley europea de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) prevé toda una serie de procedimientos para actuar ante grandes plataformas que violan las reglas y ha dejado claro también que la venta de productos o contenidos pedófilos no tienen "en absoluto cabida" en la Unión Europea.
El portavoz comunitario ha recordado, además, que la Comisión Europea mantiene ya un expediente abierto en el marco de la DSA contra Shein por la venta de productos ilegales que preocupan a Bruselas, con comunicaciones en diciembre del pasado año y febrero de este.
Aunque Regnier no ha querido dar detalles del resultado de los contactos con la compañía china, sí ha indicado que la venta de muñecas sexuales con aspecto infantil es un asunto "de extrema preocupación" para el Ejecutivo comunitario y, por ello, la información que le remita Francia sobre el caso alimentará el expediente en curso, de cara a eventuales medidas futuras.
La vicepresidenta del Ejecutivo comunitario de Soberanía Tecnológica, Seguridad y Democracia, Henna Virkkunen, tratará todo ello este mismo jueves con la ministra francesa de Inteligencia Artificial y Asuntos Digitales, Anne le Hénanff; en una videollamada a la que le seguirán contactos a nivel técnico entre París y Bruselas.
En declaraciones a la cadena France Info, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, ha lamentado que se haya "dejado prosperar" a grandes plataformas cuyas reglas "son fijadas por millonarios chinos y americanos" y luego "perturban la vida económica, social y democrática" de los franceses.

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