UBS ve subidas bursátiles del 15% en 2026 y recomienda dedicar un 30% de la cartera a tendencias como la IA
UBS ha vaticinado este jueves que las Bolsas globales seguirán registrando evoluciones positivas en 2026, con alzas de hasta un 15%, y ha recomendado que, pese a los riesgos de burbuja, se asigne un 30% de la cartera a tendencias estructurales como la Inteligencia Artificial (IA), energía, recursos y longevidad.
Así lo han desgranado en una conferencia telemática el director de inversiones de la entidad suiza, Mark Haefele, el director de inversiones en Europa, Themis Themistocleous, y el economista jefe, Paul Donovan, con motivo de la presentación del informe de mercado para el próximo ejercicio.
Pese a reconocer que la innovación impulsada por la IA ha sido ya el motor alcista de los mercados en 2025, los ejecutivos han sostenido que las "poderosas tendencias" en el gasto de capital y la aceleración de la adopción de esta tecnología darán alas a un mayor crecimiento para las acciones vinculadas en IA en 2026.
Además, han apuntado que el contexto económico del año venidero también debería apoyar a las acciones de manera más generalizada, en tanto que este coyuntura se haría tangible en la segunda mitad del ejercicio.
En concreto y por regiones, la firma suiza ha vaticinado para Estados Unidos un crecimiento del 1,7%, respaldado por condiciones financieras más favorables --la Reserva Federal (Fed) bajaría los tipos al entorno del 3-3,5% y el desempleo se mantendría por debajo del 5%-- y políticas fiscales acomodaticias.
De su lado, la previsión de crecimiento para el PIB de la eurozona es de un 1,1%, especialmente por el tirón de los planes fiscales y de gasto de Alemania y con un Banco Central Europeo (BCE) que ya ha cumplido su trabajo con los tipos de interés al 2%, mientras que la región Asia-Pacífico crecería hasta un 5%.
Así las cosas, han conjugado que el crecimiento de EEUU y la política fiscal y monetaria deberían favorecer a la tecnología, los servicios públicos, salud y banca, en tanto que en términos geográficos las ganancias bursátiles se repartirían no sólo por Estados Unidos, sino que también abarcarían a China, Japón y Europa, región esta última en la que prevén que los beneficios suban un 7% en 2026 --además de un 18% en 2027-- y en la que han apostado por valores industriales, financieros, 'utilities' y tecnológicos.
"Si se producen más reformas estructurales, podríamos ver un repunte en las Bolsas de la eurozona del 20% o más en los próximos doce meses", han hilvanado.
Desde UBS han hecho a su vez hincapié en las oportunidades que arroja China, especialmente en lo relativo al sector tecnológico como "oportunidad clave" a nivel global. En un plano más amplio, la Bolsa del gigante asiático avanzaría por la fuerte liquidez, los flujos minoristas y los beneficios, que han previsto que aumenten un 37% en 2026.
En relación a China, han citado que una exposición más amplia en la región, a través de mercados como la India, Hong Kong y Singapur, podría proporcionar beneficios adicionales.
Más allá del universo de la renta variable y sus previsiones alcistas, los directivos de la entidad han hecho énfasis en la importancia de diversificar: "No pongas todos los huevos en una misma cesta", han señalado de manera coloquial.
Por ello, han instado a buscar ingresos diversificados de la mano de bonos de calidad, oro y estrategias alternativas, como 'hedge funds' y capital riesgo.
También han puesto el foco en favorecer a las materias primas, ya que las limitaciones de suministro, el aumento de la demanda, los riesgos geopolíticos y las tendencias a largo plazo, como la transición energética global, deberían apoyar a estos activos.
UBS ha destacado que, dentro de esta clase de activos, existen oportunidades particulares en cobre, aluminio y materias primas agrícolas, mientras que el oro es un notable elemento para diversificar y cubrir la cartera ante riesgos.
Por otra parte, la entidad ha pormenorizado que en 2026 la estrategia de divisas también importa, en tanto que sus opciones predilectas son el euro, el dólar australiano y la corona noruega frente a el dólar estadounidense, que se verá previsiblemente presionado por las bajadas de tipos de la Fed.
En el apartado de riesgos identificados y a monitorizar en el próximo año, la entidad ha enumerado que los mercados podrían tambalearse por una posible decepción en el progreso o adopción de la IA, un resurgimiento o persistencia de la inflación, una fase más intensa de rivalidad estratégica entre Estados Unidos y China, y un regreso de las preocupaciones en torno a la deuda soberana y la estabilidad del sector privado.

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