El dueño de Sargadelos impone un ERTE de 15 días a 86 empleados y dimite de sus "funciones ejecutivas"
Desconcierto y malestar entre la plantilla, que un día más permanece a las puertas de la fábrica de Cervo (Lugo)
El dueño y administrador único de Sargadelos, Segismundo García, ha notificado el inicio de un procedimiento de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor con efectos desde el 27 de noviembre y hasta el 15 de diciembre, para un total de 86 trabajadores de la fábrica de Cervo (Lugo).
Al mismo tiempo, y según informa el propio Segismundo García a la prensa, el propietario de la histórica firma ha comunicado al Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña su "dimisión como gestor o CEO" de la fábrica de cerámica de la que se hizo cargo en el año 2014, cuando se encontraba en situación concursal. Al margen queda la factoría de O Castro, en Sada.
Al respecto de esta decisión de dimitir relativa a Cervo, en un escrito, García afirma que se debe a la "chulería" de la inspección de trabajo, que le "obliga" a "cesar en las funciones ejecutivas que venía realizando" con fecha de este mismo viernes.
En la actualidad, Sargadelos ya no está en concurso de acreedores --salió en 2016-- y el propio García traslada en el escrito para el juzgado que la planta "ha satisfecho la totalidad de los créditos privilegiados y ha abonado la práctica totalidad de los créditos ordinarios devengados hasta la fecha".
"Se deja una empresa sin deudas, con amplia y recurrente tesorería, prestigiada en el mercado y en plena época de expansión", manifiesta quien, en todo caso, continúa siendo el dueño de la factoría.
VUELVE EL PULSO
Segismundo García, que en abril mantuvo un pulso con la inspección de trabajo a raíz de un expediente abierto tras detectarse que varias trabajadoras habían desarrollado silicosis en Cervo, volvió a paralizar la actividad este jueves.
Lo hizo tras una nueva visita de tres inspectores, que acudían a comprobar el estado de las instalaciones pasado el plazo determinado para que se hubieran ejecutado las mejorías requeridas para incrementar la seguridad laboral en la fábrica.
Como el edificio está declarado como bien de interés cultural (BIC), Trabajo dio un plazo más amplio para las actuaciones que implicaban obras en el mismo, y la Xunta comprometió a Segismundo García colaboración para que salieran adelante.
DE NUEVO EL CIERRE
Este viernes a primera hora, los trabajadores de producción han acudido a su puesto de trabajo --como en abril-- y se han encontrado con las puertas cerradas. Han firmado un registro para dejar constancia de que habían acudido y permanecen a las puertas de Sargadelos, en cuyo interior sí se encuentran los empleados de oficina y mantenimiento.
Sin la presencia de la Guardia Civil --que sí estuvo en abril--, el desconcierto, el malestar y la sensación de desamparo se extiende entre la plantilla de producción, que no entiende la decisión del ERTE en el momento que vive Sargadelos, que ha contratado personal en los últimos tiempos y abierto una tienda en Barcelona, entre otras medidas.
Por su parte, el dueño de Sargadelos llegó este viernes ante de lo que suele ser habitual, sobre las 8,40 horas, y accedió a la planta sin hablar con las trabajadoras. En torno a las 11,30 horas ha dejado el lugar.
En su carta de "dimisión", critica la "abundantísima y, a veces, contradictoria legislación y normativa de todo tipo", pero carga "sobre todo" con la del ámbito laboral, así como con "la altanería, engreimiento y chulería de la inspección de trabajo".
POR "LA SALUD DE LOS TRABAJADORES"
En cuanto al ERTE, se refiere a la "paralización obligada de la producción tras las actuaciones y requerimientos formulados por la inspección de trabajo y seguridad social en relación con posibles riesgos asociados al polvo de sílice en determinados puestos de trabajo, que, de existir, pueden ser perjudiciales para la salud de los trabajadores".
"Tal situación nos obliga a interrumpir (confiemos que temporalmente) la actividad productiva en las áreas afectadas (producción) para garantizar plenamente la seguridad y salud de la plantilla", afirma. "Esta situación constituye una causa de fuerza mayor en los términos previstos en la normativa laboral", añade.
Por ello, la empresa ha procedido a solicitar la autorización del ERTE por fuerza mayor ante la autoridad laboral, según indica. "Una vez recaiga resolución y se concreten las medidas, se comunicará a los afectados", apunta.
EL EXPEDIENTE
En concreto, son ocho hombres y 78 mujeres, según recoge el expediente, presentado en el registro de la Xunta este viernes a primera hora, según consta en la documentación remitida por Segismundo García a los medios de comunicación.
La firma de esta documentación por parte de una de las trabajadores ha provocado momentos de crispación entre una plantilla que carece de representación oficial desde hace años.
El portavoz de la CIG Xorxe Caldeiro, que en abril y ahora ha acudido hasta la fábrica para acompañar y asesorar a los trabajadores, ha criticado, en declaraciones a Europa Press, el "despropósito" que achaca a una "improvisación sobre unos desvaríos" del dueño de Sargadelos.

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