Renault Group celebra que la UE permita una producción limitada en coches de combustión después de 2035
Renault Group ha valorado positivamente la adopción por parte de la Comisión Europea del nuevo un paquete automovilístico en cuanto a la producción de vehículos de combustión en la Unión Europea más allá de 2035, donde este martes se ha concluido con la resolución de limitar el desarrollo de estos modelos hasta alcanzar un 10% de las emisiones de CO2 permitidas en 2021.
Desde el grupo Renault destacan "la necesidad de acelerar la adopción de vehículos eléctricos, tanto mediante la introducción de una categoría de pequeños vehículos eléctricos de menos de 4,2 metros (que se beneficiarán de una congelación regulatoria de diez años y de supercréditos en los cálculos de CO2) como a través de una iniciativa europea para la descarbonización de las flotas", han expresado fuentes del grupo Renault a Europa Press.
De igual forma, el grupo se compromete a seguir los objetivos de descarbonización que marca la Unión Europea, pero sin dejar atrás una realidad actual: la electrificación no está del todo asentada en Europa (los vehículos electrificados apenas suponen el 25% de las matriculaciones en Europa hasta octubre).
Por ello desde hace meses, los fabricantes europeos llevaban reclamando una flexibilización de los objetivos que permitan un margen mayor a la industria y a los usuarios de adaptarse al futuro contexto del sector.
"Estamos preparados para seguir trabajando de manera constructiva con los colegisladores para calibrar las medidas propuestas (especialmente en lo relativo a vehículos comerciales ligeros) de forma que permitan el desarrollo sostenible de la industria automovilística europea, manteniendo al mismo tiempo los objetivos de descarbonización".
LA PROPUESTA ATIENDE LAS EXIGENCIAS ALEMANAS
La propuesta de la Comisión Europea atiende a la relajación de las normas pedida por parte de la industria y por Alemania, pero desoye la llamada de España y Francia de mantener los objetivos pactados.
La oferta de Bruselas es un primer paso que debe ser aún negociado entre el Consejo y el Parlamento Europeo para ser adoptada en su forma definitiva y, según recalcan fuentes comunitarias, en todo caso ese margen deberá ser "compensado completamente" por los propios fabricantes con "créditos" obtenidos a partir del uso del llamado "acero verde" producido en la UE o de biocombustibles.
El Ejecutivo comunitario insiste en que se trata de una flexibilidad que no cuestiona el objetivo último de alcanzar la neutralidad climática a más tardar en 2050, por lo que los fabricantes deberán cumplir aún en 2035 un objetivo de reducción del 90% de las emisiones vinculadas a los vehículos de combustión.

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