Pedro Sánchez será investido, la ley de amnistía está en el Congreso y todos contentos

En esta larga historia de la investidura del presidente del Gobierno tras las elecciones del 23J parece que llega a otro capítulo, el penúltimo, tras la firma de los acuerdos del PSOE con todos los partidos que dan apoyo al candidato socialista. Las últimas formaciones han sido ERC y Junts, que ha generado un gran malestar por las concesiones que ha tenido que hacer. Todos los votos de ellos han sido ampliamente recompensados, algunos excesivamente.

La entrada en el Congreso de la proposición de Ley de Amnistía se ha realizado en la tarde de este lunes, después de ser saber que tendrá el apoyo de todos los partidos a excepción del PP, Vox, UPN y Coalición Canaria. Era la petición explícita que pedían los dos partidos independentistas para apoyar la investidura. Cumplido el requisito, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, anunciaba que la sesión de investidura tendrá lugar el próximo miércoles y jueves. El miércoles Pedro Sánchez presentará su programa de Gobierno. Tras la exposición llegará el turno de los grupos políticos, El jueves se seguirá con las intervenciones y se procederá a la votación, que en un principio está garantizada la mayoría absoluta para el candidato. No serán unas sesiones fáciles.

Todo este trámite transcurre un día después de las manifestaciones convocadas por el PP se han celebrado en 52 ciudades, con una buena participación, especialmente en Madrid. Las mismas han transcurrido con  civismo. Una vez finalizada la manifestación de la Puerta del Sol, unos 1.500 se fueron a la Calle Ferraz para seguir protestando, no tan pacíficamente, contra Sánchez, y hasta llegaron a cantar el Cara al Sol, rememorando tiempos que ya se creían superados.

Si la manifestación de Madrid fue la más numerosa, la intervención de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como viene siendo habitual en ella, marcaba terreno propio - hasta el de su jefe Feijóo-, elevaba más si cabe el tono y enfatizaba:  "Olvidan que aquí también está el PP, nosotros nos encargaremos de devolver golpe por golpe". Una frase que ha dejado descolocado a más de uno, por la gravedad de tal afirmación. Ayuso quiere ser la nueva heroína española, Su objetivo es pasar a la historia como la que ha defendido la unidad de España, sería la Isabel la Católica del siglo XXI. Solo le faltaría el consorte.  Díaz Ayuso no es precisamente una persona diplomática, más bien todo lo contrario, su objetivo es incendiar a las masas sin importarle las consecuencias.Tampoco se reprime a la hora de tapar constantemente al líder de su partido, como hizo en su día con Pablo Casado. Es una maestra en estas artes.

La semana seguirá siendo movida, es más, convulsa me atrevería a decir, después de conocer el texto de la ley de Amnistía que será aprobada por la vía de urgencia tras de la investidura y que supone anular la responsabilidad penal, administrativa y contable de todas las personas que cometieron delito relacionados con el procés. Vamos, que no hicieron nada, y que por tanto no tendrán antecedentes. Los políticos condenados y los que huyeron también serán amnistiados. En total serán más de 400 personas que se beneficiarán de la “bendita amnistía”. También entran en “bendita” del procés 73 policías implicados por su “represión violenta en la consulta que fue declarada ilegal por la justicia”. A los policías los meten en el mismo saco, cuando ellos  cumplieron las órdenes de sus superiores.

La repulsa de amplios sectores de la sociedad como jueces, fiscales, abogados, empresarios y ciudadanos, no está afectando la decisión de los socialistas, aunque haya muchos de ellos que están en contra. Lo que sí está claro es que la legislatura para el nuevo gobierno va a ser de todo menos tranquila: por una parte, los partidos que le darán soporte estarán atentos a que se cumpla lo pactado. Será un contínuo “qué hay de lo mío”. Por otro lado, el PP y buena parte de la sociedad no van a dejar de seguir poniéndole trabas y saliendo a las calles para protestar. La ultraderecha, los más radicales y los que añoran el cara el Sol ya han encontrado la excusa para intentar apoderarse de las calles, han despertado del largo letargo.