Los políticos cuando quieren pueden: ¿Ha vuelto la responsabilidad?

Todo el mundo recuerda la despedida de sus cargos de las dos ministras de Podemos. Ione Belarra e Irene Montero. Una despedida acorde a su manera de actuar: todo lo que tocan es suyo, como los dictadores. Les faltó sentido común, saber estar, y el deber de tener el mismo comportamiento cuando entran que cuando salen de sus cargos. Son dos personas que se dedican a la política sin tener ni idea. Ellas y unos cuantos más de la llamada clase política piensan que los cargos son vitalicios, propiedad de ellos, no del partido que los han nombrado. Decía el filósofo Plauto que “el que no piensa en sus deberes sino cuando se los recuerdan, no es digno de estimación”. 

En la actualidad, el entendimiento entre las dos grandes formaciones políticas deja mucho que desear, priman los intereses de partido por encima de los  del país. Así lo siente la ciudadanía y las muestras a diario que dan ellos así lo corroboran. No obstante, este fin de semana han sucedido tres acontecimientos que pueden significar que la ética y la responsabilidad han vuelto a la política.

El PNV anunciaba que el hasta ahora lehendakari Íñigo Urkullu no será candidato  en  las próximas elecciones que se celebrarán el 2024. Urkullu, con la elegancia que siempre le ha caracterizado, ha encajado la noticia con una ejemplaridad y sentido de partido que muchos deberían aprender y sobre todo practicar. Esta decisión  de cambio supone una revolución dentro del partido nacionalista vasco. La situación electoral que vive Euskadi ha sido el motivo que ha llevado al presidente del PNV, Andoni Ortuzar, a tomar la decisión. Una transición de candidatos bien estudiada, Urkullu solo ha tenido buenas palabras para su partido y su sustituto.

La segunda acción viene también del País Vasco, Arnaldo Otegi, anunciaba que no será el candidato de Bildu en las elecciones vascas. Renuncia a encabezar la lista porque "antepone los intereses de la nación vasca a los suyos". Seguirá liderando el partido. Aunque no estoy de acuerdo y disto mucho de las ideas y comportamiento de Otegi, lo cierto es que su actitud le honra.

Euskadi tendrá en las próximas elecciones renovaciones de  todos los aspirantes a presidentes; PNV, EH Bildu, PSE, PP,nuevos cabezas de listas  para darle una aire de renovación a sus aspiraciones .Lo que se juegan en estos comicios es mucho.

Este lunes se ha demostrado que cuando los políticos quieren  pueden. El Gobierno de España y la Junta de Andalucía han firmado un acuerdo que permitirá reducir la presión sobre los acuíferos. Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, tras dos años de negociación, por fin pusieron su firma en los papeles que certifican lo acordado. Lo han hecho con el consentimiento de todas las partes: regantes, ayuntamientos y agricultores. Para llevar a cabo las medidas necesarias se cuenta con 1.400 millones, financiados al cincuenta por ciento por cada administración.

Todas las partes implicadas han sido conformes con el acuerdo que en un principio beneficia a todos. Ya se sabe que en los acuerdos todos tienen que ganar algo, sino es así, las cosas no suelen funcionar.

Estos tres acontecimientos que han sido noticia llevan a pensar que la política puede recuperar la ética, el sentido de responsabilidad, la tolerancia, el diálogo, los pactos y en definitiva,  el consenso que tanto hace falta y que tampoco se ha practicado en los últimos tiempos.

La regeneración de la política es más urgente que nunca dado el cariz que algunos acontecimientos están tomando  No se puede esperar. Decía la gran la polifacética y gran mujer, Concepción Arenal, que “no es tan culpable el que desconoce un deber como el que lo acepta y lo pisa”.