Sus señorías plantan en el Congreso a los enfermos de ELA

Este martes, el órgano constitucional que representa al pueblo español, es decir, el Congreso de los Diputados, ha sido escenario de dos hechos “significativos” que dejan bien a las claras la calidad humana de algunas de sus señorías. Las Cortes acogían un encuentro de afectados por la esclerosis lateral amiotrófica, conocida como ELA. Una buena representación de enfermos estuvieron presentes allí. El presidente de la asociación ConELA, el conocido futbolista, Juan Carlos Unzué, representantes de los presentes, fueron los encargados de reivindicar una regulación que garantice una vida digna a las personas que sufren esta enfermedad. En España afecta a 4.000 personas, cuyo coste para  ser atendidas va desde los 35.000 a los 45.000 euros anuales. Una cantidad que no todos pueden pagar.

Los enfermos de ELA, con el esfuerzo físico que ello conlleva, se han desplazado a la Carrera de San Jerónimo, más los profesionales y los familiares que forman un grupo de personas valientes, decididas a no rendirse.  Unzué empezaba su intervención en el templo de la democracia con estas palabras :“Lo primero que querría saber es cuántos diputados o diputadas hay en la sala, ¿podéis levantar las manos?”, para proseguir “creo que he contado cinco”. “Me imagino que el resto tendrá algo muy importante que hacer porque al final hemos venido a vuestra casa”, lamentaba con tristeza. Ni siquiera en esta situación fueron acompañados.

 Creo que el plantón de los diputados y diputadas a este colectivo que sufre ha dejado en evidencia la poca sensibilidad que demuestran, la falta de implicación, el sentido de responsabilidad de escuchar a las personas que sobrellevan las consecuencias de su enfermedad, y la responsabilidad de interesarse por sus peticiones. No hay que olvidar que hace dos años se aprobó una proposición de ley para garantizar una “vida digna” a los enfermos con esclerosis lateral amiotrófica que ha quedado en ese cajón en el que se depositan aquellos temas que no son “urgentes” de tratar. Todo lo contrario de lo que sucede con las vidas de los enfermos, que cada día que pasa es un día vivido sin saber cómo serán los próximos -  ¿peores?-. Su calidad de vida se va deteriorando demasiado deprisa, necesitan cuidados, medicamentos y dinero para sufragar los gastos que son importantes y que no los cubre la seguridad social. Es un drama que ellos y sus familias viven a diario. Pese a ello, no se rinden, su dignidad les acompaña cada día, aunque no sea el mejor de su vida.
 

Si solo 5 cargos electos se interesan por la situación de este colectivo de personas, ¿de qué estamos hablando? No me extraña que Unzué y el resto de los asistentes se indignaran ante el planteo de los inquilinos del Congreso. Hay que recordarles que “las enfermedades no tienen ideología” y que privar de sus derechos a las personas que sufren es una demostración de inhumanidad de los que pueden remediarlo y no lo hacen. Es un escándalo lo sucedido este martes . Como decía Unzué, con esa sensibilidad que viene mostrando en su larga pelea no solo con la enfermedad, sino también con los que tienen responsabilidades y no las ejecutan: “Yo creo que hoy posiblemente soy mejor persona que hace un par de años”. ¿Podrán decir lo mismo sus señorías ausentes?” En los asientos del hemiciclo hay gente, pero pocas personas. 

El otro suceso de este martes es el despropósito de Bildu, ERC, Junts, Podemos  y la mitad de Sumar: casi todos de los Comunes de Colau, incluido el Secretario Primero de la Mesa del Congreso de los Diputados, Gerardo Pisarello. Todos dejaron sus escaños para no participar en el minuto de silencio que se guardó por el asesinato de los dos guardias civiles arrollados por una narcolancha. La propuesta fue de Vox, y algunos de los ausentes manifestaron que Vox quería utilizar políticamente la tragedia. Creo que no es así, y en todo caso, ¿por qué ningún otro partido tomó la iniciativa? A los guardias civiles no se les puede rendir homenaje pese a ser asesinados en el ejercicio de su trabajo, pero tanto ERC, Junts, y Podemos pueden participar en manifestaciones de apoyo a los presos de ETA - ¿asesinos?-. Esta doble vara de medir es algo que no entiendo, y por supuesto no comparto. Las ideologías  en demasiadas ocasiones se contraponen a la dignidad humana, a la solidaridad con los que sufren las consecuencias de los indeseables. Es una vergüenza que estos partidos hagan distingos. Asesinos eran los de ETA, asesinos son los narcos que actúan en Cádiz, y también en el Mediterráneo. Catalunya no se libra, es más, el Govern debería estar más que preocupado. Tomar medidas a tiempo es urgente, si no le pasará como con el tema de la sequía. Decía el médico estadounidense y activista social, Patch Adams, que “la muerte no es un enemigo, señores. Si vamos a luchar contra alguna enfermedad hagámoslo contra la peor de todas: la indiferencia”. 

Los postureos creía que eran un tema superado, pero no es así. De lo que se trata es de mostrar lo que en realidad no se es, o quizás engañar forma parte de la condición humana.