El Rey reivindica "el imperio de la ley como única alternativa al imperio de la fuerza"
Felipe VI defiende que en un momento de fragmentación y polarización el Derecho debe ser "el anclaje a nuestros principios y valores"
El Rey Felipe VI ha defendido el imperio de la ley y el Estado de derecho "como única alternativa al imperio de la fuerza" al tiempo que ha advertido de que los modelos de organización política solo pueden ser sólidos si "impera la igualdad ante la ley" y se respetan los derechos individuales.
Don Felipe ha sido el encargado de clausurar el XXIX Congreso Mundial de Derecho organizado por la World Jurist Asociation (WJA) y que se ha celebrado en Santo Domingo. En los tiempos que corren, les ha dicho al millar de asistentes, reunirse y dialogar es un mensaje "útil y valioso".
"El mero hecho de encontraros es, de por sí, una reivindicación, alta, clara y poderosa, del Estado de derecho", ha señalado el Rey, para quien supone "una llamada a la defensa del imperio de la ley como única alternativa al imperio de la fuerza".
En este sentido, ha sostenido que en un tiempo en el que "se habla, a menudo con palabras de trazo grueso, de fragmentación, de desconexión, de barreras, de conflictos, de polarización", el Derecho "puede ser una víctima colateral de estas tendencias, pero también puede ser todo lo contrario: un anclaje a nuestros principios y valores fundamentales y que, por serlo, deben ser también universales".
Felipe VI ha incidido en que no se puede olvidar que el Estado de derecho "protege y potencia a la persona, es la garantía del respeto de su dignidad y de su aspiración a una convivencia democrática". En ese sentido, ha advertido, "cualquier deterioro o menoscabo del Estado de derecho es un empobrecimiento de la sociedad, de su vida política, de su capacidad de afrontar los desafíos comunes".
Por ello, "frente a las promesas de eficacia o las soluciones simples para problemas complejos", ha recordado que "ningún modelo de organización política puede ser más sólido que aquel donde impera la igualdad ante la ley; donde se respetan los derechos individuales, donde cada voz, por diferente o incluso débil que parezca, es escuchada y respetada.
El Rey ha dedicado parte de su discurso a elogiar la figura de Sonia Sotomayor, jueza asociada del Tribunal Supremo de Estados Unidos y galardonada este año con el Premio Paz y Libertad Mundial, que él mismo le ha entregado junto con el presidente dominicano, Luis Abinader.
"Su energía, su hondura intelectual, su comprensión de los problemas jurídicos y sociales de nuestro tiempo, han llevado a la jueza Sotomayor a ser una de las juristas más escuchadas y respetadas" de Estados Unidos un país, ha dicho, que "conozco bastante y al que quiero y admiro profundamente".
Un país, ha agregado, que ha sabido "hacer fructificar tantas ideas nacidas en Europa y sembrar tantas otras que han acabado dando fruto también en el continente europeo y más allá".
Por eso, "ahora que tanto se discute acerca del vínculo transatlántico, poniéndose a veces en tela de juicio su vigencia o su futuro, creo que conviene recordar que ese vínculo no es tan solo una relación entre gobiernos y administraciones públicas".
EL DIÁLOGO TRANSATLÁNTICO LO HACEMOS TODOS
Al contrario, ha incidido, "se funda sobre un diálogo permanente, siempre inacabado, mutuamente enriquecedor, entre empresas, fundaciones, universidades, representantes de la sociedad civil y personas que ostentan posiciones de liderazgo en ambas orillas". "El diálogo transatlántico lo hacemos todos, en todos los sectores, y es parte de nuestra identidad, en Europa y en América", ha reivindicado.
"Estos tiempos son difíciles e inciertos, pero ¿qué generación, a lo largo de la historia, no tuvo que afrontar sus propias incertidumbres, sus propias dificultades?", ha planteado a los asistentes para terminar. "Nuestra capacidad de asumir, comprender y superar los retos de este tiempo dará la medida de nuestro valor como sociedad", ha señalado, animándoles a seguir contribuyendo con su "vocación jurídica a esa tarea siempre inconclusa que es hacer un mundo más justo".
El monarca ha querido comenzar su intervención expresando sus condolencias y las de todos los españoles por la "enorme tragedia" vivida en Santo Domingo donde el derrumbe del techo de una discoteca durante un concierto se saldó con más de 230 muertos y más de un centenar de heridos.
"Os hago llegar nuevamente, a las familias de las víctimas y a todo el pueblo dominicano, el abrazo y la cercanía del pueblo español", ha señalado Felipe VI.
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