La brecha en competencias básicas de la población española respecto a la media de la OCDE se ha triplicado desde la generación que se formó íntegramente con el modelo EGB.
Así lo refleja un informe del programa de investigación en socioeconomía que comparten la Fundación BBVA y el Ivie, elaborado a partir de datos del Programa para la evaluación internacional de las competencias de la población adulta de la OCDE (PIAAC-2023).
El estudio destaca que el nivel de competencias de la población en edad de trabajar y la posición relativa respecto a otros países desarrollados cobran especial importancia en una economía globalizada como la actual.
PIAAC-2023 es una prueba similar a PISA pero para las competencias básicas en lectura, matemáticas y resolución de problemas de la población en edad de trabajar (16 a 65 años), que permite comparar el avance en las competencias entre países.
El nivel de competencias básicas del conjunto de la población en edad de trabajar (16 a 65 años) es más bajo en España que la media de la OCDE.
Pese a que el nivel de competencias ha aumentado a lo largo del tiempo, la distancia con la media internacional aumenta con la juventud de la cohorte analizada.
España se sitúa entre los cinco países de la OCDE que menos han mejorado sus competencias en las últimas décadas y, actualmente, la distancia entre las competencias de los jóvenes españoles de 25 a 34 años y la media de la OCDE triplica la que se observa en el caso de las personas de 55 a 65 años, que estudiaron íntegramente con el modelo de la EGB.
El estudio señala que la totalidad del aumento de la brecha puede atribuirse a la calidad de la formación (medida como las competencias adquiridas a igualdad de nivel de estudios). De hecho, para un mismo nivel de estudios, la generación de 55 a 65 años supera la media de la OCDE en las tres competencias.
En conjunto, España se sitúa por debajo de la media y ocupa una de las últimas posiciones en los tres ámbitos: lectura (con un índice de 247 frente al promedio de 260 de la OCDE), matemáticas (250 y 263) y resolución de problemas (241 y 251).
Como en otros países, con el paso del tiempo se observa una mejora de competencias. Sin embargo, en España, esa mejora entre generaciones es de las más modestas.
Las competencias en lectura del grupo de 25 a 34 años son solo 18,5 puntos superiores a las de los mayores (55 a 65 años), frente a un promedio de mejora de la OCDE de 30,4 puntos entre las dos cohortes.
En matemáticas, las competencias han aumentado 13,2 puntos entre las dos generaciones, por debajo de los 25,7 puntos de media y, en resolución de problemas la diferencia de 17,4 puntos en España contrasta con los 29,7 de la media.
En las tres competencias, España se sitúa en el grupo de cola de los cinco países que menos han mejorado junto a Estados Unidos, Suecia, Nueva Zelanda y Eslovaquia.
Las mejoras de competencias entre cohortes en España han sido cada vez más débiles. En el caso de las competencias matemáticas, la cohorte de 45 a 54 años muestra un avance de 8,5 puntos respecto a la de 55 a 65 años, que pasa a ser de solo 4,6 puntos entre la cohorte de 35 a 44 años respecto a la de 45 a 54 años, y de apenas 1,8 puntos, entre la de 25 a 34 años y la de 35 a 44 años.
Los resultados son similares o incluso más intensos para las competencias en resolución de problemas y lectura. Los datos muestran, además, un creciente alejamiento de España respecto a la media de los países de la OCDE, con una brecha en competencias que aumenta entre las generaciones más jóvenes.
Así, en el caso de la competencia en matemáticas, la brecha respecto a la media de la OCDE es de -6,3 puntos para la cohorte más mayor (las personas de 55 a 65 años, que estudiaron la EGB), pero se triplica hasta los -18,7 puntos en el caso de la población de 25 a 34 años. Un patrón que siguen también las otras dos competencias.
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